Ángela Rozas, conocida en las redes sociales como Madame de Rosa, tomaba a comienzos del mes de marzo la valiente decisión de dejar a un lado su trabajo como influencer para volver a ejercer de aquello que había estudiado y que antes era su oficio: de enfermera. La estilista había visto la demanda de personal sanitario en los hospitales madrileños, uno de los mayores focos de coronavirus en España, y mandó su currículum tras sopesarlo mucho.
Apenas unos minutos más tarde ella misma confirmaba en su redes sociales que empezaría a trabajar como enfermera en el Hospital de La Paz con pacientes infectados de covid-19, una noticia que le daba miedo e ilusión a partes iguales al sentirse verdaderamente realizada por poder ayudar en una situación tan extrema como esta. A pesar de estar mucho más desconectada, Ángela Rozas volvía a sus redes para contarle a sus seguidores cómo estaba siendo la experiencia y como se encontraba ella tras las largas jornadas de trabajo.
Su hijo Romeo, posible contagiado
La influencer se veía obligada a interrumpir el discurso en varias ocasiones al no poder contener las lágrimas. "El caso es que siento que ya no podré ir a ayudar al hospital". Pero la verdadera preocupación de la influencer no solo era esa sino que, al haberse contagiado ella, era muy posible que su familia también lo estuviese. Ese era uno de los miedos que ella misma confesaba antes de empezar a trabajar como enfermera: "Estoy bien pero siento culpabilidad porque Romeo está con síntomas, siento que le he expuesto y lo único que quiero es recuperarme pronto ".
Tras contar esto la influencer rompía a llorar y el vídeo se corta. Tras dar esta dura noticia, Ángela Rozas se despedía de todos sus seguidores para empezar a su recuperación cuanto antes: " Estaré más desconectada, iré contando cómo me encuentro, pero quiero recuperarme para volver al hospital y ayudar ", terminaba así su comunicado con la esperanza de poder seguir ayudando a los demás en cuanto termine su cuarentena.