Lucía Villalón y su pareja, el futbolista Gonzalo Melero, viven una montaña rusa de emociones desde que el pasado 29 de agosto de 2022 llegase al mundo su primer hijo. Diego llegaba con una enfermedad que ya le habían diagnosticado mientras aún estaba en el vientre de su madre, llamada gastrosquisis. Tras su nacimiento, el pequeño tuvo que someterse a diversas operaciones que le mantienen ingresado en la UCI.
La enfermedad supone que el pequeño Diego haya nacido con parte de sus intestinos fuera del abdomen, lo que obliga a pasar por el quirófano en varias ocasiones para volver a ponerlos en su sitio de manera progresiva. En la UCI del Hospital de La Paz, en Madrid, donde se encuentra, va haciendo algunos progresos que su madre muestra orgullosísima en Instagram.
El primero de estos progresos es el de respirar de manera autónoma : "Nos costó unos días más de lo previsto... pero ayer por fin lo conseguimos. Diego ya respira solito", así comunicaba la madre tan buena noticia. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y es que Lucía Villalón también ha confesado que, en el primer intento de extubación del pequeño, sufrió mucho.
Hace un gran uso de sus redes sociales
La periodista deportiva está dando mucha visibilidad a la gastrosquisis y, por ello, no está compartiendo solo los avances positivos de su hijo, sino que también está mostrando la parte mala y menos conocida de la enfermedad. "El pasado viernes hicimos el primer intento de extubarle y no salió bien porque tenía un edema en la glotis y no podía respirar, se ahogaba. Fue, sin duda, el peor día de mi vida. Una piedra en el camino que, yo como madre, no voy a olvidar jamás. Por primera vez sentí miedo de perder a mi hijo", confesaba la comunicadora ante todos sus seguidores.
Además de visibilidad a la enfermedad, la madre del pequeño Diego también ha reconocido y ha agradecido enormemente la labor de todo el personal sanitario que se ha ocupado de ella y de su bebé desde el seguimiento del embarazo, que era de alto riesgo, hasta ahora, cuando su pequeño se encuentra ingresado en la UCI de La Paz. Médicos, enfermeras, responsables... a todos ellos Villalón los ha definido así: "Son profesionales y personas extraordinarias por la enorme implicación que demuestran con sus pacientes".
Por su parte, Diego Melero, la pareja de Villalón y padre de Diego, se mantiene tremendamente optimista y ha asegurado que, por muy duro que esté siendo el camino, todo merece la pena por poder estar junto a su bebé. El futbolista está a caballo entre Madrid y Almería, pues quiere estar con su familia, pero ha fichado recientemente por el equipo local de la ciudad andaluza.