Lucía Rivera mantuvo una relación sentimental con el piloto Marc Márquez, y aunque hayan pasado años desde que dicho romance llegó a su fin, ahora ha dado nuevas pinceladas sobre cómo era estar con él, una relación que no era de color de rosa. La modelo ha reflexionado en su nuevo artículo sobre el amor tóxico, y aunque no le ha nombrado, parece que su relación con Márquez estuvo protagonizada por este tipo de amor.
"Cada día que pasa somos más conscientes de lo que es el amor tóxico, de lo que no nos conviene y de lo que sí, y de que algunos clichés románticos han sido realmente dañinos para todos", empieza diciendo en su artículo para La Vanguardia, añadiendo: " En muchas ocasiones predominan las discusiones, y que la poca responsabilidad afectiva está a la orden del día. Es fácil caer en una relación tóxica, pero es más fácil aún recaer en una".
"Bajo mi punto de vista, eso ocurre porque una vez has sufrido una relación tóxica es más sencillo repetir esa situación, quizá por la normalización y por haber interiorizado y haber aprendido a amar y a ser amado de esa forma", sigue diciendo, dando a entender que ha vivido una situación así. Aunque no lo ha dicho de manera explícita, hay más de una persona que cree que habla de su romance con Marc Márquez, que parecía idílico hasta que llegó a su fin y ella reconoció que lo pasó muy mal semanas después.
Con sus palabras también ha dado a entender lo que no considera sano en el amor: "Las montañas rusas son divertidas, pero no cuando hablamos de emociones. Esas relaciones en las que no te hacen sentir seguro, las de tira y afloja, o aquellas que no te dejan respirar, que te amordazan y anulan pueden llegar a ser como una droga. La responsabilidad afectiva es un indispensable en el amor sano". Sus palabras son una especie de advertencia para que no perdamos el rumbo en nuestra relación: " Nuestras necesidades, nuestro espacio, nuestros valores e incluso nuestra vida al completo pueden llegar a pasar a un segundo plano si estás dentro de una relación tóxica".
El consejo que da
Y la propuesta que hace es la siguiente: " Hay que parar y analizar qué es lo que estamos recibiendo, y si aquello nos hace sentir a gusto o atrapados. Si no te quieres tú, no te va a querer nadie. Nos merecemos que nos acompañen, que nos escuchen, que nos apoyen. Irnos a dormir tranquilos y con la calma de saber que esa persona estará ahí. Que nos abracen y nos admiren, sin olvidarnos de la libertad y de que en cualquier momento eso puede acabar, pero con la seguridad de que nos seguirán eligiendo".