Lucía Rivera ha querido compartir con todos sus seguidores de Instagram algo que le pasó en Barcelona durante la Semana Santa. Lo ha hecho porque quiere que su testimonio ayude a los más despistados a huir de situaciones como la que ha vivido ella.
La modelo ha dicho en sus vídeos: "Vengo a contaros una desgracia pero así me libero y lo asimilo mejor. El otro día iba por Barcelona, había quedado con unos amigos para cenar y mientras llegaban me fui a por un cajero porque nunca llevo dinero en efectivo ni nunca voy, pero ese día fui. Como no conozco la ciudad, busqué en Google el cajero y había uno en la universidad de Pompeu Fabra. Me fui sola".
Lo fuerte es que cuando llegó al destino no había cajero, y así lo ha detallado: "Cuando llego, no hay cajero. Y yo triste porque había caminado veinte minutos y llegaba tarde, mis amigos ya estaban en la cena". Pero la cosa se puso tensa en el momento del robo: "Aunque su gran susto estaba por llegar: "Paso por debajo de un puente y se queda mirándome un tipo de frente, pero yo como soy tan guay, iba haciéndome selfies con mi móvil, sola, haciendo el estúpido. Cuando me quise dar cuenta lo tenía enfrente y me quitó el móvil con un movimiento suave y delicado. No me hizo daño. Lo fuerte es que llevaba el bolso abierto, muy lista yo. Corrí detrás de él 100 metros, podía haberle cogido pero me daba miedo".
Drama de los gordos para ella
Rápidamente se fue llorando a la cena pero tranquila porque no le había pasado nada. Además, tenía otro móvil viejo y por eso no está incomunicada. Su consejo ha venido más tarde cuando ha dicho: "Os quiero decir con esto que sepáis donde vais, que no os fiéis de Google y que no vayáis sola. Qué desgracia porque además llevaba un mes con ese móvil. Por suerte estoy sana, estoy viva. Me había llevado mi móvil antiguo y con suerte me pude comprar una tarjeta en un locutorio y tirar con él. Esto es un aviso para todos los que me estáis llamando o hablando, que no estoy desaparecida, estoy en mi casa".