El exitoso rockero de 'The Walk On The Wild Side' se sometió a una operación a vida o muerte que le obligó a cancelar todos sus conciertos.
Lou Reed, miembro de la agrupación 'Velvet Underground', se está recuperando de una arriesgada operación de transplante de hígado en la que podía haber muerto. Los excesos, las drogas y el alcohol fueron los causantes de que ingresara en quirófano hace aproxidamente un mes.
Sus expectativas de supervivencia eran bastante reducidas a principios del mes pasado. De hecho, su mujer declaró en 'The Times' que "se estaba muriendo". Sin embargo, la vida le ha dado una segunda oportunidad y es probable que pueda volver al trabajo rápidamente.
"Las drogas no te colocan. Te vuelven normal"
El trabajo de Reed se ha desarrollado a caballo entre su batalla y su fascinación por las drogas y el alcohol. Sobre ellas dejó declaraciones como "en la era tecnológica en la que vivimos, necesitas tomar drogas para mantenerte normal. Las drogas no te colocan, te vuelven normal".Precisamente fueron estas sustancias las que le llevaron a cancelar los cinco conciertos que tenía organizados para el mes de abril debido a "complicaciones inevitables". Durante la intervención quirúrgica le pusieron un hígado nuevo y, como dice su esposa Laurie Anderson, "su vida ya no corre peligro".