La próxima semana que coincide con el inicio del mes de abril de 2019, Loughin y Giannulli compadecerán en el tribunal por los dos tipos de fraude de los que se les acusa. Uno de ellos es hacer trampa en el SAT, el examen de admisión a la universidad, y el otro es sobornar a los entrenadores de la División I para que sus hijas entrasen con credenciales falsas como atletas en la escuela.
Lo peor es que no son los únicos padres famosos conocidos por este tipo de delito, ya que según el comunicado de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos en Massachusetts: "Docenas de personas fueron involucradas en una conspiración a nivel nacional que facilitó la trampa en los exámenes de ingreso a la universidad y la admisión de estudiantes a universidades de élite como presuntos atletas fueron arrestados por agentes federales en varios estados y acusados en documentos no sellados el 12 de marzo de 2019, en una corte federal en Boston."
Están pagando las consecuencias
Tanto Loughlin como Giannulli se encuentran muy afectados por este suceso que ha hecho peligrar su profesión. Incluso tuvieron que pagar un millón de dólares de fianza y dejar su casa como garantía de pago para salir en libertad. La actriz ha sido expulsada de todas las producciones en las que estaba trabajando y fuentes cercanas a ellos aseguran que: "Ambos se sienten muy estresados" y que "No pueden esperar a que termine la audiencia. Es muy difícil para ellos pensar en otras cosas en este momento".