La actriz está decidida a vencer la adicción a las sustancias y sus problemas con el abuso de alcohol después de darse cuenta que "ya es suficiente".
Parece que Lindsay Lohan está decidida a poner fin a sus problemas. Esta vez, ha recibido la visita de su padre, Michael Lohan, en el centro de rehabilitación donde se encuentra ingresada para desintoxicarse de su adicción a ciertas sustancias. Su padre ha confesado que finalmente la actriz ha tenido una epifanía de sobriedad.
Al parecer, Lohan está decidida a vencer la adicción a las sustancias y sus problemas con el abuso de alcohol después de darse cuenta que "ya es suficiente". El padre de la actriz confía en que el centro de rehabilitación Institute Lukens en Palms Springs (California), ayudará a la recuperación de su hija. Michael ha confesado a la revista TMZ que "es el momento y creo que ella lo sabe". Además ha añadido que "Lo está haciendo fenomental, increíble. Esto es solo el comienzo del proceso, ya que tiene 60 días más". Y aunque asegura que el tratamiento no lo está ayudando, dice que su hija lo está haciendo lo mejor que puede.
El padre de la estrella tiene previsto reunirse con su abogado, Shawn Holley, a quien recontrataron gracias a su enorme labor y consiguió que la internaran en el centro que actualmente se encuentra; a pesar de ello, el padre no está muy contento con la clínica, ya que la ha criticado abiertamente diciendo que "no recibe ninguna terapia de trauma". Acuerdo con la policía
El historial de la estrella televisiva no es corto, y menos si nos referimos a sus diversos encuentros policiales y con las drogas. El tratamiento de Lohan se presenta como una condición de su acuerdo después de mentir a la policía durante un accidente de tráfico el pasado año. Esta es la sexta vez que la cantante se pone en rehabilitación, como acuerdo de culpabilidad negociada en marzo que le compromete a ingresar durante 90 días en una instalación, servicio comunitario y someterse a psicoterapia.