A veces, cuando salimos de fiesta, volvemos a casa con la ropa en peor estado. Esto es definitivamente lo que le ha sucedido a Lindsay Lohan, aunque en este caso el problema no se ha limitado a ninguna mancha menor y, para añadir, el vestido que llevaba no era suyo. La actriz lucía el pasado 6 de febrero un vestido precioso, en color beige con destellos en dorado y plateado, por motivo del evento solidario amFAR, en Nueva York. Sin embargo, devolvió cortado por la mitad el vestido que había tomado prestado, y que originalmente llegaba hasta el suelo.
Su amiga le había sugerido cortar la parte rota
El vestido costaba 1,750 dólares. Una fuente cercana había admitido a la revista 'Us Weekly' que a la actriz y cantante se le había roto el vestido de gala, en una discoteca a la que había acudido después del evento, y que le resultaba imposible usarlo de esa manera. Una amiga suya, estando al tanto de la situación, había solicitado unas tijeras en la misma discoteca, para arreglar la parte del vestido que había quedado totalmente rota.
Charlie Sheen se mostró de lo más generoso
La gala amfAR está organizada por la Fundación Americana para la Investigación del Sida, y se celebra en Nueva York. Marca el comienzo de la Semana de la Moda en Nueva York, y es protagonizada por los celebrities más conocidos del momento, una de las cuales es la actriz que en más problemas se mete, Lindsay Lohan.