La pelirroja Lindsay Lohan acaba de regresa a su ciudad natal Nueva York después de pasar unos días por Europa buscando financiar su película 'Inconceivable'. Nada más llegar a su hogar, la actriz subió dos selfies a Instagram con cara de sueño y algo despeinada.
La actriz que sufrió un aborto involuntario mientras realizaba el reality sobre su propia vida, afirmó que durante la grabación del mismo bebió una copa de vino aunque se sintió culpable y la dejó.
Lindsay Lohan de la clínica de desintoxicación a las fiestas nocturnas
Parece que la pena ha desaparecido y con la llegada del buen tiempo, Lindsay Lohan vuelve a soltarse la melena y dejarse llevar por malas compañías y peores vicios.