Desde hace mucho tiempo, las incógnitas alrededor de la figura de Linda Evangelista han sido incesantes. La modelo, que no ha acudido a eventos públicos desde 2015, ha acudido a las redes sociales para explicar los motivos por los que ha mantenido una actividad pública tan reducida durante todo este tiempo, algo que ha marcado un antes y un después tanto en su vida profesional como en su vida personal.
La modelo convive con una Hiperplasia Adiposa Paradójica (HAP) que desarrolló después de someterse a un tratamiento de criolipólisis en 2016, después del cual decidió aislarse en su casa, de donde solo ha salido en contadas ocasiones desde entonces. En su reaparición en las redes sociales, Linda Evangelista se ha armado de valor para mostrar las secuelas físicas que ha sufrido en este tiempo.
No salía de casa
El tratamiento al que se sometió la modelo tenía el objetivo de reducir la grasa localizada, sin embargo, el resultado fue contradictorio y le salieron más bultos de grasa dura que le dolían y que no se pueden eliminar de ninguna forma, ni siquiera con liposucción. La decisión de Linda Evangelista de contar la realidad que tuvo que afrontar durante este proceso ha sido muy aplaudida por sus compañeros de profesión, que se han volcado mostrándole su apoyo y cariño.
Ella misma explicó en su momento lo que había sucedido y señaló que acabó brutalmente desfigurada sin que llegaran a trascender detalles gráficos. En su reaparición, la modelo cuenta a People que antes le encantaba subirse a la pasarela, pero que ahora le da pánico encontrarse con alguien a quien conozca por miedo a tener que dar explicaciones sobre su aspecto, conocido ahora a través del reportaje que acompaña a la entrevista del citado medio.
Multitud de rostros conocidos como Naomi Campbell, Helena Christensen, Cindy Crawford o Amber Valletta han mostrado su cariño y apoyo a Linda Evangelista. También diseñadores como John Galiano o Marc Jacobs se han unido a esta cadena de apoyo a la modelo: "Estamos enfermos cuando tenemos secretos. Sigue contando tu historia, Linda ¡No tienes nada de lo que avergonzarte, te quiero", escribía Jacobs.