Por desgracia, Lina Morgan ha hecho del Hospital Beata María Ana de Madrid su hogar durante los últimos diez meses. La actriz ingresaba en el centro el pasado 18 de noviembre por un problema pulmonar que derivó en una complicada infección que la mantuvo bajo cuidados médicos intensivos durante todo este tiempo. Por suerte, y tras los constantes y maliciosos rumores surgidos en las redes sociales de que había fallecido, la vedette cómica recibía el alta hospitalaria el pasado viernes 26 de septiembre.
Para su recuperación, Lina Morgan tendrá que seguir un largo tratamiento. Hasta que se acondicione su casa y se contrate a un equipo médico que vigile constantemente su salud, se ha trasladado a la residencia Los Nogales, una de las más exclusivas de la capital. "Le he prometido a Lina que, si todo va bien, el 20 de octubre estará en su casa. La actriz se ha mostrado feliz con este cambio porque lleva diez meses ingresada", aseguraba a Vanitatis Daniel Pontes, hombre de confianza de Morgan.
Recluida
Durante todo este tiempo en el hospital, Lina Morgan no ha querido recibir visitas ni contestar llamadas telefónicas de amigos o familiares, lo que ha suscitado más de un comentario sobre un posible "secuestro" por parte de Pontes aprovechándose de su debilitado estado. El chófer y amigo ha asegurado que él mismo ha discutido con la mítica "Tonta del bote" por no atender algunas de estas llamadas, y asegura que la actriz no considera que tenga familia.
"Yo no sé si estoy haciendo bien o mal, yo asumí una responsabilidad que ella había firmado ante notario antes de caer enferma y que ratificó ante notario cuando recobró la conciencia en la UCI. En ese documento ella no solo dejaba claro que no quería recibir visitas, sino que me otorgaba el poder de firmar los papeles necesarios para una intervención quirúrgica en caso de no estar ella consciente", matiza.