La artista, durante una entrevista en '4 Woman's Hour', en la BBC, ha sacado su lado más íntimo, y ha roto su silencio sobre el nacimiento de George, uno de los temas tabús de su vida. Según ha contado, se puso de parto de manera muy prematura, cuando el bebé aún era muy pequeño. Durante el parto, el bebé perdió el pulso y, poco después, los médicos se dieron cuenta de que el cordón umbilical lo tenía alrededor del cuello y se había asfixiado, debido a su diminuto tamaño.
Aunque lo más duro fue perder a su hijo, la cantante ha contado que las siguientes horas fueron también muy dolorosas. El parto se complicó muchísimo y, al ser el bebé tan pequeño, se quedó atrapado a medio camino del parto. "Era tan pequeño que se quedó atrapado a mitad de camino, por así decirlo, durante el parto, y debido a que su piel no estaba completamente formada, no pudieron usar las pinzas para sacarlo ", contaba la artista sobre la macabra situación."Entonces hubo un período de aproximadamente 12 horas de recostarse allí con él, fallecido entre mis piernas, lo cual fue increíblemente traumático. Fue un trauma y no creo que alguna vez me recupere de eso", terminaba confesando Lily Allen.
Vida privada tormentosa
Aunque es una historia realmente dura, lo cierto es que Lily Allen no era la primera vez que perdía a un hijo. En 2007, tres años antes, tuvo un aborto de su primer embarazo, durante su relación con Ed Simons, integrante de 'Chemical Brothers'. Su segundo embarazo, el de George, también acabó en tragedia, habiéndose quedado dos veces embarazada y perdiendo a los dos niños, algo muy traumático para la joven. A pesar de eso, la cantante se quedó embaraza un año más tarde de su hija Ethel Mary, y, en 2013, tuvo a Marie Rose, ambas con su exmarido Sam Cooper.