La pareja está muy emocionada con la etapa que están viviendo después de dar la bienvenida a su primer bebé.
Lidia Torrent y Jaime Astrain no pueden estar más felices después de haberse convertido en papás por primera vez. Los dos han concedido una entrevista a la revista ¡Hola!, en la que además han posado en unas estampas muy familiares, enseñando la carita de su recién nacida. La primera en hablar ha sido ella, que ha dicho cómo lo está viviendo: "Con mucha emoción y aún un poco como incrédulos, pero superfelices. No podemos dejar de mirarla... Es muy difícil expresar lo que se siente y darle forma, es como una mezcla de incredulidad y amor desmedido. Te juro que cada día la miro y se me saltan las lágrimas porque me siento absolutamente plena y agradecida por tenerla".
En cuanto a cómo se sintió cuando tuvo a su hija por primera vez en sus brazos, ha dicho: "No hay palabras. Recuerdo que Jaime y yo nos echamos a llorar y le dije: "No me lo puedo creer". Yo la miraba y pensaba: 'Es que es mi hija'. Es algo puramente carnal, pero el cerebro tiene también que hacer el ejercicio de entender que es tuya y, al final, es súper especial. Me acuerdo de que cada vez que hacía fuerza tenía los ojos cerrados y, cuando ya iba a salir, me dijo la ginecóloga: 'Ábrelos', y la vi salir y, después, Jaime cortó el cordón umbilical y fue increíble". También ha contado cómo reaccionó su madre, la presentadora Elsa Anka, con el nacimiento de su nieta, que además lleva su nombre: "Lloró y me miraba mucho a mí, porque impresiona ver que tu hija tiene una hija. Estaba como en shock viéndonos a Elsa y a mí juntas. Fue un momento tan tierno".
Emocionada, también ha contado cómo vio a Jaime Astrain con la llegada de la niña: "Me ha acompañado de forma muy bonita. Cuando yo tenía las contracciones, podría haber estado dormido sin enterarse, pero en cada contracción se despertaba, me arropaba y para mí eso ha sido...". Por su parte, él ha dicho: "Hasta el día en que nace, a nosotros no nos cambia nada, es todo maravilloso, todo el mundo anda felicitándote, entonces no eres consciente. Después, cuando ves a la niña, te cambia todo y lo que creías que ibas a sentir hacia una persona se multiplica por mil y es desmedido y maravilloso". Un momento muy emocionante
Y en cuanto a cómo fue tenerla en brazos ha dicho: "Me puse a llorar. No creía que se podía querer a alguien así. Es lo más bonito que me ha pasado en la vida y eso que he tenido la suerte de tener muchos momentos maravillosos, pero esto no se compara con ninguno".