La presentadora y el modelo están felices después de haber dado la bienvenida a su primera hija, la pequeña Elsa.
Lidia Torrent y Jaime Astrain no pueden estar más felices después de haber dado la bienvenida a su primera hija, una niña llamada Elsa. La pareja además ahora podrá disfrutar de esta nueva etapa en casa, porque la presentadora ya ha recibido el alta hospitalaria y juntos se han ido a su hogar para vivir estos emocionantes primeros días siendo tres.
La pareja ha sido vista a la salida del hospital con gafas de sol y looks muy cómodos y parecidos. Los dos se trasladaron a la zona de Ciudad Lineal, en Madrid, donde residen, y mientras él iba bastante cargado con bolsas y una maleta, ella llevaba a la pequeña en brazos tapada con una mantita. En su casa ya tenían todo más o menos preparado para su llegada, que se ha producido un poco después de que la televisiva saliera de cuentas. Los dos se han mostrado muy agradecidos por todos los mensajes de cariño de los reporteros y ahora vivirán esta etapa emocionante con toda la intensidad del mundo. Fue Jaime Astrain el que hizo saber a través de su cuenta de Instagram que habían dado la bienvenida a su primera hija el pasado 17 de octubre de 2022, y para la ocasión compartió una foto de la pequeña manita de su hija junto a la de ambos.
Ahora se ha podido ver la primera estampa de los tres, felices y emocionados los recién estrenados papás. Un día después de que ella saliera de cuentas fue él también el que compartió un vídeo junto a su chica dando un paseo, algo que suelen hacer las premamás en la recta final del embarazo, con el fin de que el parto sea lo antes posible. Pero la vida ha seguido su curso y la niña no tardó mucho más en llegar. Todo casi listo para su llegada
La pareja ha disfrutado al máximo de la dulce espera, aprovechando sus vacaciones de verano para disfrutar de lugares como Cádiz o Ibiza. También han estado poniendo todo a punto para su nacimiento, sin embargo, aún faltan algunos retoques en la habitación de la pequeña Elsa, porque como contó su mamá, falta colocar el papel pintado, comprar una lámpara y añadir algún que otro adorno para conseguir que la estancia sea más acogedora. Mientras, contó con la ayuda de una empresa especializada para colocar toda la ropita y los arrullos de su bebé. Y durante su embarazo no ha sido todo de color de rosa, porque contó que sufría ciática y además denunció públicamente haberse quedado sin un trabajo por el simple hecho de estar embarazada.