Leo Messi está cargando pilas como muchos otros futbolistas después de haber finalizado el Mundial de Rusia 2018. El futbolista argentino ha vuelto a elegir la isla de Ibiza para relajarse acompañado de toda su familia en un increíble barco. Junto a él han estado su mujer, Antonella Roccuzzo, y sus tres hijos, Mateo, Thiago y Ciro.
En esta ocasión se ha decantado por un viaje mucho más familiar, puesto que el año anterior estuvo disfrutando junto algunos compañeros y amigos como Luis Suárez y Cesc Fàbregas. También ha estado con él su hermano Rodrigo, algunos de sus sobrinos y sus padres, Celia y Jorge, quienes le acompañan siempre que pueden.
Todos juntos salieron a navegar en un increíble yate y una vez más demostró que se encuentra muy en forma luciendo torso. El jugador de fútbol lucía un bañador rojo que también llevaba a juego su hijo mayor, y es que padre e hijo estuvieron disfrutando en el mar durante un largo rato. También jugueteó con algunos de sus sobrinos, mientras que Roccuzzo prefirió observar desde el yate y no se dio un chapuzón.
La familia suele alquilar un yate para disfrutar de sus vacaciones de verano y para esta ocasión, además teniendo en cuenta que eran muchas personas, eligieron uno de lujo. De cabeza, encima de una tabla, disfrutó del agua todo lo que pudo y hubo tiempo para demostrar la complicidad que tiene con su mujer. Su paso por la isla no ha sido en vano, puesto que consiguió acaparar todas las miradas y en el puerto incluso posó junto a algunos fans que no pudieron evitar fotografiarse con él.
Descanso muy necesario
Estas vacaciones han sido más que merecidas para él después de una temporada muy intensa con el Barcelona y después al pie del cañón con la Selección Argentina, con la que por desgracia no quedó en muy buen lugar. Antes de parar en Ibiza ya había pasado unos días en el Caribe, pasando por casa para continuar disfrutando del verano.