Hasta una playa paradisíaca se trasladaron la canaria, su marido, Pedro Castro, y el pequeño Leo. Allí nos volvieron a poner los dientes largos con unas fotografías preciosas de madre e hijo dándose un chapuzón, y ahora vuelven a convertirse en los reyes de Instagram con una captura de la mano del pequeño mientras mira las nubes desde el avión.
Con la cantidad de kilómetros que tiene ya el niño a sus espaldas, estará más que acostumbrado a los largos trayectos en avión. A este paso, la vocalista de El Sueño de Morfeo podrá hacer un documental con el hashtag #LeoViajero. En los últimos meses han visitado lugares tan distanciados entre sí como Gran Canaria, Ciudad de México o República Dominicana.
Curando la morriña
La familia se ha asentado ahora en Los Angeles, ciudad a la que se trasladaron el pasado otoño. Pero la morriña les ataca muy a menudo, y ya sea en familia o solo la cantante con su hijo, Raquel del Rosario no pierde nunca la oportunidad de regresar a su tierra y visitar a su familia.