Y es que aunque muchas personas tengan una sensación parecida, lo suyo es realmente grave porque le 'impide' vivir con tranquilidad: "No puedo mirar en Internet porque todo lo que lea lo voy a notar. Si tú me dices ahora que tienes unos sarpullidos que te han salido esta mañana, es muy probable que yo por la tarde me encuentre unos sarpullidos parecidos. Si me hago unos análisis y tardan un día en dármelos, pienso: 'Ya está, lo han visto'. Si me llama un número desconocido, creo que es el laboratorio que me va a decir: 'Miguel, lamentamos comunicarte que vas a morir esta noche".
Esta hipocondría le provoca vivir con pánico relacionado con aquella enfermedad que cree padecer. Pero, por suerte, ha aprendido a lidiar con ello. Mientras tanto sigue volcado en su música, ha compuesto el tema 'La llamada' para la película con mismo nombre, y prepara un fin de gira de su disco 'Monstruos'.
Con mucho sentido del humor
En cuanto a su vida personal, intenta mantenerse lejos del foco: "No soy disfrutón de la fama, no voy a fiestas VIP y cuando paso por un photocall lo hago puteado". Y su vida no ha cambiado mucho desde que está soltera: "Mi vida ahora no es muy diferente a la que llevo cuando tengo pareja. Tener o no una pareja no varía mi volumen de salidas nocturnas".