Lee Radziwill y Jackie Kennedy: dos hermanas enfrentadas por los hombres, el dinero y el poder

Cuando en 2016 el periodista Sam Kashner se puso en contacto con Lee Radziwill para elaborar un reportaje sobre ella, la primera reacción de la protagonista fue: " Por favor, dime que esta historia no irá sobre mi hermana y yo ¡Estoy harta de ese tema! ¡Es como si fuéramos siamesas! ". Y es que su hermana era la mismísima Jacqueline Kennedy Onassis, viuda del asesinado presidente de los Estados Unidos y una de las mujeres más famosas del mundo. Cuatro años menor que ella, Lee tuvo que acostumbrarse desde niña a estar en el segundo plano al que su omnipresente hermana mayor la relegaba. Pero ¡ojo! Que se acostumbrase no significa que lo aceptase... Las Bouvier llegan a 'Enemigos Íntimos'.

Una rivalidad nacida en la infancia y fomentada por su madre

Jackie nació el 28 de julio de 1929 siendo la primogénita de John y Janet Bouvier, un matrimonio de la alta sociedad estadounidense afincado en Nueva York. A pesar del mimo con el que sus padres la trataron desde el primer momento, a los cuatro años los Bouvier dieron la bienvenida a un nuevo miembro a la familia : Caroline Lee (nacida el 3 de marzo de 1933).

John Bouvier con sus hijas Jackie y Lee

A partir de ese momento los cariños y atenciones quedaron divididos: Jackie era la favorita de su padre, mientras que Lee lo era de su madre. La menor de las hermanas llegó a reconocerlo en sus memorias 'Happy Times' (2010): " Siempre me quedó muy claro que Jackie era la favorita de mi padre, pero no albergo resentimientos porque comprendo que tenía razones para ello. No solo le habían puesto su nombre en honor a él, sino que también eran casi idénticos físicamente. Esto lo hacía sentirse muy orgulloso". Lo que Lee no cuenta en dichas memorias es cómo su madre fomentó la rivalidad fraternal al inculcarles que el secreto para alcanzar la felicidad eran el dinero y el poder. Una máxima que guiaría la vida de ambas en un futuro y que supuso el inicio de dos trayectorias paralelas poco coincidentes.

Tal y como reveló Sam Kashner en su reportaje para Vanity Fair: " Jackie era estudiosa, morena atlética y reservada. Lee era rubia, gordita, traviesa y aventurera ". Sus caracteres opuestos no impidieron que se crease un fuerte nexo de unión entre ellas, pero tampoco pudieron evitar fomentar las diferencias existentes: " Lee adoraba a su hermana mayor, pero le resultaba difícil estar a la altura de los logros de Jackie, como ganar concursos hípicos y obtener buenas notas".

Las hermanas Jackie y Lee Bouvier | Instagram

A pesar de esto, con el paso de los años las cosas cambiaron mucho y la menor de las Bouvier se convirtió en el centro de todas las miradas durante su adolescencia: ella era mucho más guapa, delgada, elegante y estilosa que Jackie. Algo que no dudaba en recordarle su propia madre, cuyos continuos juicios y reproches acabarían generando un trauma a la futura Primera Dama estadounidense. De hecho, Janet Bouvier no perdería ni una sola oportunidad a lo largo de su vida para demostrar sus preferencias a sus hijas: cuando en los años 80 enfermó de Alzheimer, fue Jackie la que se encargó de cuidarla; mientras que Lee llamaba por teléfono muy de vez en cuando. Eso sí, Janet se alegraba más las escasas veces que recibía la llamada de su hija menor que cuando acudía a visitarla su primogénita, hacia quien mostraba "cierta indiferencia".

La carrera por encontrar al mejor marido

De las dos hermanas Bouvier, sin duda la que más éxito tenía entre los hombres era Lee, cuyo carácter extrovertido - en contraste con la timidez de Jackie - hacía las delicias de todos los que caían rendidos a sus pies. Por lo tanto, no resulta extraño que le resultase relativamente fácil elegir al hombre con el que compartir su vida: el escritor y editor literario Michael T. Canfield. Se casaron en abril de 1953 y de esa manera la benjamina conseguía adelantar a Jackie en la carrera hacia el altar. Lo que no esperaba Lee era el 'as' que su hermana guardaba en la manga.

Jackie Bouvier y John F. Kennedy el día de su boda | Gtres

Para aquel entonces Jackie había roto su compromiso con el financiero John Husted Jr y lo había sustituido por un candidato mucho mejor: el congresista John Fitzgerald Kennedy. Perteneciente a una de las familias más adineradas e influyentes de la Costa Este, el joven político era una auténtica promesa y todo hacía presagiar que le esperaba un brillante futuro por delante. La pareja se casó el 12 de septiembre de 1953 ante más de 700 invitados en una de las bodas más destacadas de ese año. A su lado, la de Lee Bouvier con Michael T. Canfield no fue más que un mero trámite.

Aparte de ser más discreto, el matrimonio de Lee fue también más breve: solamente duró cinco años. Obtuvo el divorcio en 1958 y para entonces ya había conocido al que se convertiría en su segundo marido: el aristócrata polaco Stanislaw Albrecht Radziwill, quien presumía además de ser Príncipe (aunque la legitimidad del título estaría siempre en duda). Este último detalle sin duda influyó mucho en su relación con la menor de las Bouvier, que se veía a sí misma emparentando con la realeza europea y dando un paso más allá de su hermana en el escalafón social.

Lee Bouvier y su marido, Stanislaw Radziwill | Pinterest

Cuando se conocieron ambos estaban todavía casados, pero nada más divorciarse se casaron y Lee se trasladó con su marido a Londres, donde fijaron su residencia en el palacete del siglo XVII que el aristócrata poseía cerca del Palacio de Buckingham. No obstante, al contrario de lo que se imaginaba la cuñada de John F. Kennedy, la rancia aristocracia británica nunca llegaría a aceptarla porque consideraban que "se excedía en sus actuaciones".

De aquellos años data una ilustrativa anécdota sobre el lugar secundario que ocupaba Lee Radziwill respecto a su hermana, ya convertida en Primera Dama de los Estados Unidos desde 1961. Durante una visita que los Kennedy hicieron a Londres (para asistir al bautizo de la segunda hija de los Radziwill), la Reina Isabel II organizó una cena en el Palacio de Buckingham para el Presidente estadounidense y su esposa. La hermana de esta última también acudió y, en un momento de confidencias con el Duque de Edimburgo, éste la abordó para decirle: " Eres como yo, tienes que caminar tres pasos por detrás ".

La Reina Isabel y el Príncipe Felipe junto a John y Jackie Kennedy en 1961

Dos mujeres enfrentadas por el mismo hombre

El 22 de noviembre de 1963 es una fecha que está grabada en el recuerdo de todo el mundo, especialmente en la memoria del pueblo estadounidense y más todavía en la de las hermanas Bouvier. Ese día murió asesinado John Fitzgerald Kennedy mientras se encontraba junto a su esposa haciendo campaña electoral en Dallas (Texas). A partir de entonces ya nada volvería a ser igual ni para su viuda ni para su cuñada.

En cuanto tuvo conocimiento de la tragedia, Lee no dudó ni un momento en trasladarse a Washington para dar todo su apoyo a su hermana en tan duros momentos. El panorama que se encontró fue, tal y como ella misma recordaría años después, mucho peor de lo que se imaginaba: " Jackie estaba fatal. No podía dormir por las noches y era incapaz de sentir nada más que pena por sí misma ". Algunos biógrafos aseguran además que durante esos fatídicos días posteriores al magnicidio, Lee se vio obligada a tirar por el retrete las pastillas de su hermana mayor ante las tentativas de suicidio de ésta.

Jackie Kennedy junto a sus dos hijos en el funeral de John F. Kennedy

En aquellos funestos días, a muchos le sorprendió la presencia del armador griego Aristóteles Onassis en la Casa Blanca. Había acudido allí como invitado de Lee, pero lo que mucha gente no sabía era el tipo de relación que mantenían: eran amantes desde hacía un tiempo. Desde que se conocieron unos años antes, era frecuente que compartiesen jornadas marítimas en el yate del multimillonario y - al menos en una ocasión - Jackie compartió esas jornadas con ellos.

¿Qué veía la gran dama estadounidense en un hombre como Onassis? Nadie más que ella lo sabe, pero podría decirse que se trató de un interés mutuo: ella buscó en él a una persona poderosa e influyente (quizás por envidia al esposo de su hermana), mientras que él tenía, gracias a Lee, acceso a la Casa Blanca y al centro de poder mundial. Sea como fuere, lo que parecía claro era que el oriundo griego no estaba muy interesado en Jackie Kennedy: " Lee es más guapa que la Primera Dama. Lee al menos es inteligente, mientras que Jackie tiene la cabeza vacía ".

Boda de Aristóteles Onassis y Jackie Kennedy | Instagram

Este último dato es clave, ya que para sorpresa de todos, Aristóteles Onassis y Jackie Kennedy acabaron casándose el 20 de octubre de 1968. Las causas que llevaron a tan inesperada decisión son a día de hoy todavía una gran incógnita, pero todo apunta a que se trataba (al igual que con Lee) de una relación interesada: casándose con el multimillonario griego, Jackie obtenía protección económica para ella y sus hijos, mientras que él podía presumir de que su mujer fuese la famosa y guapa 'Viuda de América'.

¿Cómo sentó a Lee Radziwill que su hermana le arrebatara al que muchos consideran el gran amor de su vida? Fueron sin duda incontables las lágrimas derramadas al enterarse de la noticia por la prensa y poco antes a través del propio Onassis, ya que su hermana no le dijo nada en ningún momento. Es más, fue el griego quien la llamó por teléfono para rogarle que fuese a la boda. Ella fue, cumplió y rompió cualquier lazo afectivo que la uniese a su hermana.

El último capítulo de una larga historia de desencuentros

Stanislaw Radziwill se divorció de su esposa en 1974, cuando las relaciones extraconyugales por ambas partes se hicieron insostenibles. Pocos años después Lee se casaría con el director de cine Herbert Ross, pero en 2001 sumó un tercer divorcio a su currículum amoroso. Por su parte, Jackie Kennedy Onassis enviudó por segunda vez 1975. Ninguna de las dos hermanas Bouvier conseguiría cumplir los deseos de su madre en lo que al matrimonio se refiere, pero al menos tanto la una como la otra consiguieron sus objetivos: dinero y poder.

Lee Radziwill y Jackie Kennedy sobre un camello en Pakistán

Aún así, la situación económica de su hermana mayor era mucho mejor que la suya, por lo que Lee decidió replantearse su existencia a partir de su segundo divorcio y desarrolló una carrera laboral cuanto menos sorprendente: fue actriz de teatro, decoradora de interiores, relaciones públicas de la marca Armani, escritora, entrevistadora de televisión... Todo ello, junto a sus inmejorables contactos (era amiga de Mick Jagger, Andy Warhol, Truman Capote, Cecil Beaton...) y su innato buen gusto a la hora de vestir la convirtieron en un icono, aunque siempre a la sombra de su inigualable hermana mayor.

En una entrevista a la revista People en los años 70, al ser preguntada por su relación con Jackie, Lee contestaba: " Siempre me ha parecido ridículo que digan que somos rivales. Estamos excepcionalmente unidas y siempre lo hemos estado. De hecho, nunca nos hemos separado". Sin embargo, la cosa cambiaba cuando le preguntaban si consideraba estar a la sombra de la viuda de Kennedy. Ahí contestaba categórica y reivindicativa: " No soy la hermana menor de nadie ".

Lee Radziwill y Jackie Kennedy de vacaciones en Capri en los 70's | Instagram

A pesar de las declaraciones de la pequeña de las Bouvier, los hechos hablan por sí solos: cuando Jackie murió en 1994, no tuvo en cuenta a su hermana menor en el testamento. Si bien legó una notable cuantía económica a sus sobrinos, en lo que se refiere a Lee fue muy clara: "No he dejado ningún bien material en este testamento para mi hermana, por la cual siento un gran afecto, porque ya he sido suficientemente generosa con ella en vida ".

Lee Radzwill se cobró su venganza actuando con indiferencia hacia el legado de su hermana mayor. Tanto que en muy contadas ocasiones volvería a abordar el tema en ninguna entrevista y uno de sus amigos llegaría a reconocer que "si eres amigo de Lee existe la regla tácita de que no hables de su hermana ". Así fue hasta el pasado 15 de febrero de 2019: ese día moría Caroline Lee Radziwill, la eterna hermana pequeña de Jackie Kennedy que hizo todo lo posible por reivindicar su lugar en la Historia. Será el tiempo quien decida cuál de las dos ha ganado la batalla definitiva.