Lauren está intentando llegar a un "acuerdo amistoso" con su marido Andrew Silverman, mientras Cowell le está dejando espacio a su amante para que resuelva el tema del divorcio, ya que espera que la separación esté resuelta pronto y de forma pacífica. Pero los trámites de la separación suelen ser bastante complicados.
La embarazada está intentando obtener una parte del dinero del multimillonario a través de un acuerdo prenupcial que firmó antes de casarse con Andrew, a pesar de haber roto una de las cláusulas. El empresario ha explicado que está teniendo "conversaciones productivas" con su expareja y que puede que en octubre estará listo el acuerdo de divorcio.
De hecho, la pareja ha estado el fin de semana encerrada en una casa de alquiler en los Hamptons, donde también han estado planeando compartir la custodia del Adán, el hijo que tienen en común. Así, una fuente ha confesado al Daily Mail que " Lauren y Andrés tienen la intención de resolver esto, y Simon también quiere que lo resuelva".
Un enfrentamiento entre abogados
Como se trata de un divorcio controvertido, cada parte ha decidido contratar a un abogado. Lauren está siendo representada por Bernard Clair, quien ya ha representado a otras estrellas como a Jocelyn Wildenstein en su famoso su divorcio con Alec Nathan Wildensteain. Mientras, Andrew ha contratado a Jeffrey Cohen.