Puede que algunas personas se o hayan preguntado sin intención de herir, pero a veces estas preguntas pueden hacer daño, y es que Laura Escanes ya se ha llegado a acostumbrar a la pregunta de si está embarazada cuando asoma una pequeña barriguita en su cuerpo, algo normal y corriente entre los mortales, pero que en las redes sociales, un submundo dominado por la perfección de los cuerpos, puede llegar a rechinar.
La influencer ha compartido los numerosos comentarios que ha recibido a través de sus mensajes de varios seguidores que le han preguntado si está embarazada haciendo alusión a uno de los vídeos que ha compartido en el que aparece un poco de perfil. Hay quienes no se han cortado e incluso le han dado la enhorabuena, sin saber si estaba embarazada, por eso no ha dudado en desmentirlo, y de paso ha querido dejar claro que su cuerpo cambia de un día para otro y que es lo más normal del mundo.
" No, no estoy embarazada. Sé que no lo hacéis con mala intención, y no me lo tomo mal porque cada X tiempo me preguntáis si estoy o no embarazada de nuevo. Ya se ha convertido en algo a lo que me he acostumbrado a contestar... No estoy embarazada. Eso, señores y señoras, es una barriga normal en un día normal con más o menos hinchazón", ha comenzado diciendo, para hacer alusión a los cambios que su cuerpo experimenta de un día para otro: "No tengo el mismo abdomen un día y otro. A veces estoy más hinchada, a veces menos. Es una barriga relajada y es un vídeo natural".
Asimismo, ha hecho saber que tienen que entender que cada vez se piense más qué publicar y qué no, por evitar estos mensajes: "Por cosas así entiendo que mucha compañeras (y yo misma), nos pensemos antes qué subir y qué no... si a la mínima que se me ve en una postura relajada ya me han embarazado. No sufráis que si volviera a estar embarazada en algún momento, lo sabréis por mí".
De momento no será mamá de nuevo
Por otro lado, la influencer ya había hecho saber en más de una ocasión que de momento ser madre de nuevo no entra en sus planes, y más después de que haya vivido una etapa en la que necesitaba más tranquilidad en su vida, no porque le haya pasado nada malo, sino porque siente que tiene que priorizar su salud mental cuando sienta que no puede más.