La influencer comienza así una nueva etapa tras anunciar su ruptura, y parece que quiere quedarse en Madrid.
Laura Escanes y Risto Mejide han decidido separar sus vidas tal y como ellos mismos hacían saber a través de un comunicado lleno de amor en sus respectivas redes sociales. Cada uno a su manera definió lo que había significado en su vida compartir siete años con la que hasta ahora había sido su pareja.
Ahora la influencer comenzará una nueva etapa después de que su historia, por la que nadie apostó en un principio, haya terminado. 21 años de diferencia no se convirtió en un inconveniente para ambos, se casaron y fueron papás de una niña llamada Roma en 2019, pero a veces el amor llega a su fin, como a ellos les ha sucedido. Después de haber estado pasando unos días en la Costa Brava con una buena amiga, está dispuesta a rehacer su vida cuando antes, por eso visitó un piso piloto de una urbanización en construcción ubicada en Madrid. Pero esta primera búsqueda no la ha hecho sola, porque le pidió al marido de María Pombo, una de sus mejores amigas, que le echara una mano, ya que él se dedica a la construcción.
Pablo Castellano ha sido la persona que la ha acompañado en calidad de arquitecto, pero también de amigo, para asesorarla. Esta ha sido la primera toma de contacto, por lo que de momento no tiene nada decidido, aunque lo que está claro es que su intención es quedarse en Madrid, lugar al que se mudó con Mejide y su hija después de que los primeros años de relación vivieran en Barcelona.La reaparición del presentador en televisión
Por su parte, Risto Mejide continúa volcado en su trabajo, y en su primera aparición en su programa 'Todo es mentira' tras revelar su separación, quiso compartir un mensaje que no dejó a nadie indiferente. "Me identifico mucho con Tamara, básicamente porque es mejor que no entre en las redes sociales durante los próximos 20 años", dijo, algo que hizo saltar las alarmas, porque hay quienes interpretaron que con estas palabras estaba dando a entender que Escanes le había sido infiel como Onieva a Falcó, pero nada más lejos de la realidad.