La actriz ha revelado lo mal que lo pasó cuando tuvo cáncer, algo que hizo que sufriera otros problemas de salud.
Lara Dibildos se ha abierto en canal para la revista Lecturas, desvelando de esta manera que en el pasado padeció anorexia y bulimia, dos trastornos alimentarios. Este testimonio se lo ha guardado para sí durante décadas y ahora cree que ha llegado el momento adecuado para hablar de ello con naturalidad. No hay que olvidar que cuando era muy joven, tenía 19 años, fue diagnosticada con un cáncer de tiroides, y fue tras ello cuando comenzaron otros problemas.
Para curarse del cáncer viajó a Houston, en Estados Unidos, donde fue operada y se sometió a quimioterapia. Una vez lo había superado, las cosas empeoraron por sus trastornos alimentarios. "Cuando acabé el tratamiento del cáncer sufrí problemas de anorexia y bulimia. Empecé a comer sin control", ha confesando, revelando que necesitó ayuda psicológica. "Tenía que superar esa etapa, la superé, pero un poco de ayuda sí necesité. Tuve mucha fuerza, era muy joven y el instinto de supervivencia sale, pero, cuando acabó todo, de repente te levantas un día y piensas que ya no tienes que luchar por vivir. ¿Ahora por dónde empiezo y qué hago con mi vida?", ha expresado.Sus problemas con la comida no terminaron en ese momento, pese a que parece que remontó. La inestabilidad de su profesión como actriz también le ha hecho pasar muchos nervios, propiciando más de una recaída con su peso. Cuando no estaba bien de ánimos la cosa se desestabilizaba aún más: "Directamente me frenaba y, como me conozco, paraba y me ponía a régimen", ha comentado.
Por suerte con el tiempo fue remontando, siguió medicándose y acude a revisiones anuales. Lo nervios por su profesión pero también por su enfermedad permanecen, y más cuando acude a un hospital, aunque ahora los lleva de otra manera. A su lado en los momentos más complicados estuvo su madre, Laura Valenzuela, quien murió a los 92 años en 2023. Echa mucho de menos a su madre
Ahora ha comentado que le está costando superar la ausencia de su madre, con la que tenía una unión muy fuerte. "Me ha costado un añito sacar sus cosas y ordenar, de hecho, lo estoy haciendo ahora". Eso sí, sabe que poco a poco irá estando mejor aunque le cueste, y el trabajo es su mejor refugio para ella.