Con ese motivo ha concedido una entrevista a Bekia en la que no ha escatimado detalles sobre su papel en la obra de teatro, así como un repaso por su vida y por lo que le gusta y le preocupa a una actriz que es famosa desde que nació, ya que es hija de Lara Dibildos y del desaparecido José Luis Dibildos, y que derrocha simpatía.
Bekia: ¿Qué nos puedes contar de 'Diez Negritos' y tu papel en la obra'?
Lara Dibildos: Estoy feliz porque está siendo un éxito de la temporada y hoy en día llenar un teatro es muy difícil y lo estamos consiguiendo. Además de que somos 10 actores sobre un escenario, que es complicado verlo, con lo cual nos alegramos muchísimo; por el productor, porque eso significa que se siguen arriesgando a pesar de la que está cayendo. También estamos sorprendidos porque se ha convertido en una función para toda la familia, porque vienen los abuelos, vienen un montón de niños, colegios... y les está encantando, así que me parece que es una buena forma de que los niños vengan y que les empiece a gustar el teatro.
En cuanto a mi personaje, soy Emily Brent, sofisticada y sin escrúpulos que no acepta el paso de la edad y no soporta a las jóvenes guapas, como la protagonista de la función, que llama la atención a los hombres, lo que ya no hace ella.
B: ¿Cómo te preparaste el papel? ¿Te leíste el libro de Agatha Christie?
L.D: Soy fan de Agatha Christie desde que era jovencita. Me había leído la novela, había visto la obra de teatro y dos películas diferentes y me gustaba mucho, así que fue una alegría cuando me ofrecieron hacer 'Diez Negritos'. Vi esta función hace 15 años en Madrid porque no me la quise perder y fue en el mismo teatro en el que estoy ahora el Muñoz Seca. Hace 15 años yo ya me dedicaba al teatro, estaba empezando y para mí era un sueño subirme a ese escenario con 'Diez Negritos'. Han pasado 15 años, lo he conseguido, se ha cumplido mi sueño, en ese mismo teatro, y lo único que lógicamente por edad ya para la protagonista no me daba. Por suerte estaba Emily Brent, para darme esa oportunidad
B: ¿Estar en el escenario con nueve personas más ayuda o es un caos?
L.D: Estoy acompañadísima y además con grandes profesionales, que todos tienen una gran experiencia en teatro, lo cual hace sea otro de los éxitos de la función porque son grandes actores con los que comparto cartel y tienes la confianza de que cualquier cosa que te pase, con mirar a cualquiera de esos compañeros todo se soluciona rápidamente. En el teatro pasan muchas cosas, son muchas funciones, y como ahí no se puede cortar, hay que tirar para adelante.
B: ¿Cuál es tu personaje favorito además del que interpretas?
L.D: Yo estoy enamorada de mi Emily Brent, pero Agatha Christie es lo que tiene, define mucho cada uno de los personajes, así que cada uno está tan al límite que tienen su punto y su atractivo.
B: Entonces, ¿no puedes elegir?
L.D: Hombre, cuando yo la vi hace quince años, el personaje del juez lo hacía una mujer. Me habría encantado, pero esta vez no ha podido ser.
B: ¿Hasta cuándo estáis en cartel?
L.D: Si todo va igual de bien que hasta ahora seguiremos toda la temporada, hasta mayo más o menos. Estamos llenando y llenando, si todo siguiera igual, hasta mayo es lo previsto. En teatro se va un poquito al día, también es verdad que nos están pidiendo que hagamos gira, así que seguro que estaremos los primeros meses del año en Madrid y luego ya cogeremos la furgoneta, carretera y manta y a actuar.
B: ¿Qué te llevo a la interpretación?
L.D: Yo estudié interpretación pero de cara a la televisión, que era a lo que me dedicaba. Yo trabajaba en Telecinco, en el programa 'Día a día', pero cosas de la vida, tuve que hacer un sketch de humor y yo creo que estas cosas están escritas. Un productor buscaba a una cara de televisión para un personaje concreto de una obra de teatro, me vio y me llamó para hacerme una prueba y hasta hoy, hasta dejé la televisión, estaba claro que era mi camino.
B: ¿Te gustaría que te ofrecieran algo en cine o televisión?
L.D: ¿A qué actor no le gusta o no le apetece? claro que sí; las cosas no son fáciles, pero me encantaría.
B: ¿Si no fueras actriz, qué te habría gustado ser?
L.D: ¡Qué complicado! Yo estudié publicidad, nunca me he dedicado a ello y creo que tampoco me dedicaría si no fuera actriz. La verdad es que no sé qué decirte, pero a mí es que me encanta ver casas, así que me dedicaría a hacer reformas de casas o algo así.
B: ¿Cómo te ha condicionado profesionalmente ser hija de Laura Valenzuela y de José Luis Dibildos?
L.D: Algunas cosas buenas tiene la edad, y esa es una de ellas. Hace bastantes años era más cuestionada por ser 'hija de', pero cuando pasa el tiempo, sigo en mi sitio, voy currándomelo y demostrándolo cada día, creo que ya no tengo ese problema.
B: ¿Pero cuál ha sido la parte positiva?
Era lo que se vivía en casa. Mi padre se dedicó al cine y mi madre a la televisión. Dentro de que yo también soy actriz como mi madre, y he sido presentadora (y lo sigo siendo de vez en cuando), realmente creo que tenía el listón tan alto que encontré el teatro, que dentro de que va de la mano de la tele y el cine, ha sido mi huequito, porque ninguno de los dos hizo nada, y me han dejado tranquila ahí. También quiero decir que estoy orgullosísima de los dos.
B: ¿Cómo se lleva lo de ser famosa desde el nacimiento?
L.D: Con toda naturalidad. Y más en aquella época que en Navidad te hacían fotos en casa con la familia; a mí lo que me sorprendía era que mis amigas no tuvieran esas fotos navideñas, para mí era lo más normal. A lo largo de los años pues igual, yo no he tenido un antes y un después. Mi vida ha sido siempre así.
B: ¿Cómo es un día en la vida de Lara Dibildos?
L.D: Seguramente como muchas mujeres de España y del mundo entero. Levantar a mi hijo, hacer el desayuno, corre, lavarse los dientes, que no llegamos, la mochila, al colegio... luego intento si puedo hacer un poquito de deporte. Tengo cosas que hacer después. Luego recoger al niño del cole, hacer los deberes con él e irme pitando para el teatro para hacer una o dos funciones, depende del día.
B: ¿Es el de madre el papel más difícil que has interpretado en tu vida?
L.D: Pues mira, sí. Yo tengo dos, y te das cuenta de que con el primero todo es un mundo, muy complicado, todo se te viene encima. Cuando tuve al segundo pensé que sería más fácil; es verdad que hay cosas que ya vives con más naturalidad, pero te sigues dando cuenta de lo difícil que es educar y de la paciencia que hay que tener. Buff, es muy complicado, ni aunque tuviera siete.
B: ¿Cómo llevas que tu hijo mayor viva lejos de ti?
L.D: Realmente no me puedo quejar mucho porque vive en Zaragoza. En el AVE es hora y media; de hecho viene muchos fines de semana, a mí me es imposible por el teatro viajar los fines de semana. Pero mi madre sí que va a verlo. Es ley de vida, se van haciendo mayores... su pasión es el baloncesto, está ahí en Zaragoza porque tiene que estudiar y jugar allí, y como es lo que quiere en la vida, pues a los padres nos toca apoyarle y echar una lagrimita cuando te despides.
B: ¿Te gustaría volver a casarte y a tener hijos?
L.D: Uy calla, se me han puesto los pelos de punta. ¿Qué necesidad? Lo de casarme... nunca se puede hablar demasiado porque nos tenemos que tragar nuestras palabras, pero en principio no necesito casarme, y el tener más hijos lo veo ya complicado también porque yo solo de imaginarme volver a poner pañales y dar biberones. Ahora que ya tengo una vida más tranquila... ya no es el momento.
B: ¿Cuál crees que ha sido el mejor y el peor momento de tu vida?
L.D: Los dos mejores han sido el nacimiento de cada uno de mis hijos. El peor lógicamentre cuando murió mi padre.
B: ¿Te arrepientes de algo de lo que has hecho o de lo que no has hecho en tu vida?
L.D: Siempre he dicho que prefiero arrepentirme de lo que no me he atrevido a hacer, no de lo que he hecho mal y lo intento seguir. Según van pasando los años prefiero que si me equivoco equivocarme yo, pero no quedarme con las ganas y la incertidumbre de qué habría pasado. Como ejemplo... cuando tuve que dar el paso al teatro me atreví, cuando he tenido retos en mi profesión con un personaje en el teatro también he tirado para adelante y lo he sacado. Cuando estaba en Miami y hubo un cásting, lo hice y cuando me dijeron que me contrataban y que me tenía que quedar a vivir allí en Estados Unidos sin mis hijos y sin nadie, así que salí de la zona de confort, quise arriesgarme y vivir una experiencia impresionante, tanto buena (profesionalmente) como mala (por lo que eché de menos a mis hijos). Puedo decir contenta y con una sonrisa que también me he equivocado veces en la vida, pero por lo menos lo he hecho. He sido valiente.
B: ¿Qué sueños te quedan por cumplir a nivel profesional y a nivel personal?
L.D: ¡Muchísimos! Tengo una lista larguísima, porque como los Reyes Magos no te traen todo. Tengo mucha positividad, me gusta mi trabajo, me encantan los nuevos retos, tengo mucha fuerza de voluntad y mucho tesón y así me han ido saliendo las cosas. Personalmente me quedan muchas cosas, tendré que conocer a gente nueva, quiero ver crecer a mis hijos, que sean felices, quiero tener nietos... podría decir cosas un día entero.