Esperanza en el futuro
La gijonesa fue vista de vuelta de un viaje relámpago que realizó a Marbella por motivos de trabajo. Se mostró alegre, serena y como siempre sonriente. Si hay algo que siempre lleva plantada en la cara es una sonrisa, ya que no prescindió de ella ni tras su separación de Fernando Alonso, que fue un trago mucho más amargo que su ruptura con Mosteiro.
Se acabó la tristeza por un desengaño amoroso, olvidados los llantos y las penas, la bella asturiana solo quiere reír y disfrutar de alegrías, que para eso tiene una sonrisa tan bonita. Lara Álvarez ha hecho borrón y cuenta nueva y no está dispuesta a seguir sufriendo. Por eso, olvidando el pasado y mirando con esperanza el futuro, la asturiana afronta el ahora con una gran sonrisa que denota el fin de su desconsuelo.