Los Angeles Clippers, Miami Heat, Los Angeles Lakers, Dallas Mavericks, los Ney York Knicks... Lamar Odom fue uno de los jugadores de baloncesto más mediáticos de la NBA, donde fue campeón en dos ocasiones. Sin embargo, a pesar de ser un deportista triunfador, su vida ha estado marcada desde siempre por aquello que finalmente le ha llevado a vivir estos trágicos momentos: las drogas. El astro del basket lleva hospitalizado desde el pasado 13 de octubre cuando fue encontrado inconsciente en un burdel de Nevada tras, presuntamente, haber pasado tres días consumiendo cocaína y un peligroso estimulante sexual.
Una infancia marcada por las drogas
La relación de Lamar Odom y las sustancias existe prácticamente desde que el baloncestista nació, ya que le tocó vivir inmerso en ese mundo desde que era un niño. Su padre era adicto a la heroína y al crack y este hecho influyó negativamente en su vida, a pesar de que el exjugador de baloncesto siempre trató de alejarse de este entorno, algo que, finalmente, nunca consiguió del todo.
Su tormentosa relación con Khloe Kardashian
Tras una relación con la diseñadora de moda Liza Morales, la madre de sus hijos Destiny, Lamar y Jayden, el ex ala pívot de los Lakers pasó a formar parte de la familia más televisiva de Estados Unidos. Y es que en el año 2009 Odom se casó con Khloe Kardashian en una boda celebrada por todo lo alto. Pero los problemas con las drogas del deportista provocaron una fuerte crisis en la pareja.
A pesar de lo mucho que se querían y de los intentos por salvar su matrimonio, lo cierto es que las continuas infidelidades y adicciones del deportista hicieron que, tras cuatro años casados, la pequeña de las Kardashian alegara "diferencias irreconciliables" para anunciar su ruptura y solicitar un divorcio que no llegó hasta este año.
A pesar de ello, el divorcio aún no se ha hecho efectivo y la celebrity, que no se ha separado de su lado desde que ingresara en el hospital, es legalmente la encargada de tomar las decisiones médicas sobre su todavía marido, con quien el pasado mes de agosto sufrió un desagradable incidente, cuando éste la atacó verbalmente a la salida del gimnasio. Sin embargo, ahora toda la familia Kardashian-Jenner está volcada en apoyarle en estos difíciles momentos en los que se debate entre la vida y la muerte.
Una larga lucha contra sus adicciones
Aunque el deportista estadounidense acudió a una clínica de desintoxicación en 2012 alentado por su familia política, lo cierto es que su rehabilitación nunca fue definitiva, ya que el deportista estadounidense no dejó de recaer en sus múltiples adicciones y ese mismo año fue arrestado por fumar crack y condenado a tres años de libertad condicional por un delito menor debido tras conducir bajo los efectos del alcohol. A pesar de los cursos de educación sobre sustancias a los que tuvo que asistir y las múltiples multas que tuvo que pagar, Lamar Odom no consiguió poner fin a esta triste situación que le ha llevado a encontrarse en coma en estos momentos.
El fin de su carrera deportiva
Lamar Odom comenzó su prometedora carrera en la NBA con tan solo 19 años, cuando debutó con éxito en Los Angeles Clippers. Sin embargo, a finales de 2001, fu e suspendido durante ocho meses tras haber dado positivo en mariahuna, un consumo que el propio Odom admitió. Dos años después, el baloncestista fichó por los Miami Heat con un contrato de 65 millones de dólares. Sin embargo, Lamar Odom no jugó mucho con este equipo ya que, tan solo un año más tarde fue traspasado a Los Angeles Lakers, donde las lesiones marcaron sus primeras temporadas y lo dejaron relegado a un segundo plano.
En el año 2008 comenzó su remontada y, con Pau Gasol como compañero, tuvo un papel decisivo en la victoria de su equipo en las finales de la NBA. Durante la siguiente temporada, Odom se hizo agente libre y de nuevo fue crucial a la hora de ganar su segundo anillo. Tras conseguir dos campeonatos, Lamar Odom brilló de nuevo en la temporada 2010/11, la última con los Lakers, en la que se convirtió en el primer jugador de su equipo en ganar el título de mejor sexto hombre de la NBA.
Sin embargo, en el mejor momento de su carrera comenzarían los problemas y en 2011 Lamar Odom afirmó que necesitaba dejar el baloncesto tras la muerte de su primo y de un chico de 15 años en un accidente de coche en el que se vio involucrado. Aún así, a finales de ese mismo año, Odom fue traspasado a los Dallas Mavericks, donde su rendimiento fue nulo, no jugó por sus problemas personales y acabó en la lista de jugadores inactivos.
Tras un breve paso por su primer equipo, Odom dejó Los Angeles para jugar en la liga ACB española , en concreto con el Baskonia de Vitoria, por quién fichó en febrero del pasado año hasta el final de aquella temporada. Sin embargo, la aportación del jugador en el club español fue escasa y en abril de ese mismo año, Odom se fue de España y firmó un contrato con los Knicks para lo que restaba de temporada, pero el jugado r no apareció en las finales que el equipo perdió, lo que provocó el despido de Lamar Odom por parte de los New York Knicks en julio de 2014, a sus 34 años.
Odom: "La muerte siempre me rodea"
Desgraciadamente, junto a todos esos problemas, el deportista neoyorkino ha tenido que lidiar con varios fallecimientos que han marcado su vida para siempre. Primero fue su madre, que murió tras sufrir un cáncer cuando Odom tenía tan solo 12 años y ocho años después su abuela, con quien vivía desde entonces. Pero, sin duda, la pérdida más dolorosa en su familia fue la de su hijo Jayden, que murió por muerte súbita en 2006, con tan solo seis meses de vida.
Como apuntamos anteriormente, cuando el exjugador quiso dejar el baloncesto en 2011, unos días después de que su primo fuese asesinado en Nueva York, Lamar Odom se vio inmerso en un accidente de tráfico que, al perder el control el conductor del coche en el que viajaba, terminó con la muerte de un adolescente, un suceso que afectó mucho a la antigua estrella de la NBA.
Además el pasado mes de agosto, Odom perdió a dos de sus mejores amigos con muy pocos días de diferencia. Primero fue Jamie Sangouthai, un amigo de toda la vida con quien creció en el neoyorkino barrio de Queens y con quien compartía su pasión por el basket. Tan solo unos días después, su otro gran amigo Bobby Heyward también perdía la vida de la misma forma: por una sobredosis de drogas. Ahora solo el tiempo dirá si el deportista tiene el mismo final o logra salir adelante de su crítico estado.