La actriz quiso sincerarse y contó lo mal que se encuentra mentalmente tras dar a luz a su segundo hijo en 2017. "Nunca había sentido eso antes", explicó. "Me duele el corazón por aquellos que sienten todos los días las dificultades de la vida. Sé lo que es y es un monstruo. Es un demonio", continuaba confesando.
Tras dar a luz a su segundo hijo el cual estuvo ingresado por nacer con el cordón umbilical alrededor del cuello, la actriz tuvo que tratarse llegando a tomar bajas dosis de Zoloft,"No sabíamos si estaría vivo o caminaría o hablaría", admitió. Pensé, necesito algo, no puedo ser una persona. No sé cómo ser ... También tuve una hija pequeña, así que pensé, '¡Tengo que ser una persona y no sé cómo encontrar eso!", declaró en una entrevista.
No es la primera vez que la actriz sufre trastornos
En julio de 2019, Bell habló sobre los altibajos más atroces de toda su vida y reveló que tomar medicamentos la ayudó a sobrellevar tantas muchas emociones que sentía en ese momento. Asumió la culpa ya que ella fue quien insistió en parir en casa." Asumí la culpa porque insistí en tener un parto en casa. He tratado con eso desde entonces. Podrías culpar a la partera, puedes culparte a ti misma, pero en última instancia, el resultado es lo único que importa", confesó. "He pasado por la terapia y me medicaron durante un año y medio. Me aparté, pero estaba tomando antidepresivos para ayudar a regular. Apenas tomo Advil, pero pensé que esto es absolutamente imprescindible para poder funcionar ".