Y así lo hacía Rocío Flores que ponía rumbo a Málaga para hacer lo propio con su familia después de ver a su novio y a su padre en Madrid. Y allí la estaba esperando Olga Moreno esperándola en la estación de tren. La joven intentaba esquivar a la prensa rápidamente para poder llegar al coche. Allí, la mujer de su padre le ayudó con el equipaje para meterlo en el maletero y, apresuradamente, se metieron dentro.
Ya en sus asientos, ambas se fundieron en un fuerte abrazo con lágrimas incluidas que demostró a los allí presentes en gran cariño que tiene Rocío Flores con la mujer de su padre, que es como su segunda madre. Y es que la situación familiar para la superviviente no ha mejorado mucho durante su estancia en Honduras.
Olga Moreno, su segunda madre
Y es que este tema fue una liberación para la joven, pero también algo complicado de sobrellevar en 'Supervivientes'. "He llorado mucho y no me mola nada", le reconocía a Jorge Javier Vázquez durante el último debate. De hecho, reconoce que siempre ha hablado delante de las cámaras porque los presentadores le preguntaban por ello: "Siempre he dicho lo que he sentido y lo que me ha parecido, aunque mis compañeros tenían más libertad".