Parece que Kylie Jenner ha querido llevar su segunda maternidad de una forma completamente diferente a como llevo la de su hija Stormi. Si bien no comunicó públicamente que iba a ser madre hasta días después de dar a luz; esta segunda vez lo hizo público al tercer mes de gestación como es más común viviendo así un embarazo bajo el foco público. En cambio, si bien cuando nació su primera hiaj empezó a compartir muchas fotos de la pequeña en redes sociales; no ha sido así con su segundo hijo, del cual se sabe más o menos poco desde que nació el pasado 2 de febrero de 2022.
A los 5 días de nacer, la empresaria anunciaba públicamente el nombre que habían escogido para él: Wolf Webster. Una decisión quién sabe si precipitada o poco meditada, pero días más tarde Kylie compartía con el mundo que era momento de que dejasen de llamarle Wolf a su hijo porque ya no se llamaba así. Desde entonces, 137 días después de su nacimiento -lo que vienen siendo 4 meses y 17 días- todavía no se ha tenido noticia de cómo se llama realmente el nieto número once de Kris Jenner.
137 días desde que nació el pequeño
Y no solo eso, sino que además tampoco es que se le haya visto mucho desde entonces. De hecho, todavía no hay ni una sola fotografía de paparazzis de Kylie Jenner con su hijo. Tampoco ella ha compartido en sus redes sociales mucho más, siendo sus fans muy conformistas con lo poco que les muestra. Que fue exactamente lo que ocurrió el pasado domingo 19 de junio coincidiendo con el Día del Padre en Estados Unidos.
De la nada, la hermana de Kim Kardashian compartió en su cuenta de Instagram una extraña fotografía para felicitar a su pareja y padre sus hijos, Travis Scott, en la que se le ve tumbado en la cama mientras toma unos fideos. Y no está solo, sino que Stormi duerme a su lado y el pequeño ex Wolf descansa también sobre su pecho. ¿Se le ve la cara? Pues no, porque Kylie se la tapado con un corazón marrón. ¿A qué juegas, Kylie?
Y esta no fue la única. También para felicitar a su pareja compartía otra fotografía en la que se ve a padre e hijo con las mismas deportivas, una imagen muy similar a la que uso para felicitarle por su cumpleaños y en la que se aprecia haciendo una comparativa de que el pequeño cuyo nombre todavía desconocemos ha crecido mucho en estos meses en los que apenas se ha sabido nada de él.