North West era captada por las cámaras como una pequeña princesita vestida entera en tonos rosas pastel. Ataviada con un precioso abrigo de pelo y con las uñas pintadas de rojo, la pequeña entraba muy contenta al edificio de la mano de su tía. Por otro lado, Penelope, hija mediana de Kourtney y Scott Disick, no quiso separarse del regazo de su madre.
Kourtney Kardashian fue vestida cómoda y casual. Con las zapatillas diseñadas por Kanye West de su colección Yeezy, la celebrity se refugiaba de los paparazzis bajo unas anchas gafas de sol. Llevando un crop top negro, Kourtney dejaba entrever su abdomen del que apenas queda rastro de su último embarazo.
Orgullosa de su hija
Antes de que North West acudiera a su cita semanal de clases de ballet, Kim Kardashian subía a su Instagram personal una foto de su pequeña con una descripción en la que rezaba: "Mi pequeña bailarina". Con estas palabras, la esposa del rapero Kanye West, deja claro que adora a su hija y a la gracilidad que esta ha demostrado tener durante tantísimas ocasiones.