Y como Kourtney Kardashian ya tiene experiencia en los embarazos, no tiene ningún complejo en lucir su tripa. De hecho hace poco más de una semana, la celebrity lució su avanzado embarazo con un pequeño bikini negro. Así que no es de extrañar que haya elegido un apretado vestido gris de licra para almorzar con su hermana Khloe Kardashian por Beverly Hills.
Tanto Khloe como Kourtney Kardashian lucían unas enormes gafas de sol mienetras bebían unos tés helados después de tomar un tentempié en el conocido restaurante Joans. Pero después de disfrutar de la comida, Khloe Kardashian se dirigió al gimnasio para tener una sesión de entrenamiento con el monitor de las estrellas, Gunnar Peterson.
Con un deportivo conjunto negro formado por leggins, camiseta y sudadera mientras sujetaba su melena rizada en una cola de caballo, Khloe Kardashian acudió a su duro entrenamiento diario. Y para compartir su nueva vida con sus fans, la celebrity publicó una fotografía en Instagram de sus sentadillas bajo la atenta y dura mirada de su entrenador donde añadió: "¡Sentadilla! Porque nadie jamás escribió una canción sobre el pequeño Gunnar Fitness".
Khloe Kardashian hace sentadillas en el gimnasio / Instagram
Gunnar Peterson, el entrenador de las celebrities
Quizá Khloe Kardashian haya utilizado el gimnasio como excusa para superar su ruptura con el rapero French Montana. Además, este domingo sería el quinto aniversario de boda con su exmarido Lamar Odom. Pero la celebrity no ha querido dar declaraciones sobre cómo pasará este triste momento de su vida.
Mientras tanto, su embarazadísima hermana Kourtney Kardashian ha estado ocupada comprando una nueva casa en Calabasas valorada en 8,5 millones de dólares. Entre sus vecinos se encuentran su hermana Khloe y Katie Holmes, que se ha mudado desde Nueva York con su hija Suri. Además, según ha confirmado una fuente, el marido de Kourtney, Scott Disick, podría haber asentado la cabeza después de ser ingresado por consumir alcohol: "Scott no está viajando demasiado para quedarse a su lado".