Eso es lo que ha vivido Kit Harington este fin de semana, antes de vestirse de gala para acudir a la entrega de los Globos de Oro 2018 junto a su compañera de 'Juego de Tronos' Emilia Clarke e ignorando por completo el escándalo del que ha sido protagonista en las últimas horas.
Sonrisa lo que se dice sonrisa no lucía, pero también es cierto que el actor nunca posa especialmente sonriente. Junto a él, y mucho más feliz y divertida, estaba su compañera Clarke, que se convirtió también en su compañera de fiesta tras la entrega de los galardones. Seguro que a ella le había contado ya (si no lo había leído en algún medio ella) lo sucedido dos noches antes en Nueva York.
Liándola en Nueva York
El actor estaba disfrutando de una noche de fiesta hasta que las copas se le fueron de las manos y acabó increpando a otros clientes que simplemente querían jugar al billar. La seguridad del local le invitó a abandonar el local, aunque terminó siendo sacado por la fuerza. Ahora, como con otra fiesta se olvida la resaca previa, a ello que ha ido Jon Nieve.