Y es que a pesar de que la segunda de las hermanas Kardashian haya declarado que se encuentra trabajando con su entrenador para mantenerse en forma, lo cierto es que el embarazo se le está haciendo cuesta arriba aunque hace unas semanas su entrenador declarase que la celebrity estaba trabajando duro para mantenerse en forma realizando entrenamientos en los que se centran en brazos y piernas, "durante cuatro horas a la semana".
Pero, por lo que hemos podido comprobar no está dando muy buenos resultados: a la estrella de la televisión el embarazo le ha supuesto más de un cambio para su cuerpo y ahora no cabe ni en las sandalias.
A punto de dar a luz
Prueba de ello es la foto tomada durante su paseo por Los Ángeles, que muestra cómo sus tobillos han aumentado considerablemente con respecto a días anteriores. Precisamente en Los Ángeles es donde la celebrity acude diariamente a su gimnasio con su ropa de deporte - cómo no, ajustada - para tratar de recuperar más fácilmente la figura una vez haya dado a luz.
Después de la broma que le gastó Robin Williams comparándola con la señora Doubtfire, quizás la segunda de las Kardashian deba optar por cambiar de tabla de ejercicios. ¿Será el embarazo el único responsable o quizás se esté dando algún antojo de más?
Se espera que Kanye West y Kim se conviertan en padres en el mes de julio, sin embargo, la celebrity y el cantante ya han programado la celebración del baby shower de su primer bebé, que tendrá lugar el próximo 2 de junio.