Y es que los hijos de todas ellas -menos de Kendall, que no tiene- también quieren empezar a tener una vida en internet como cualquier otro niño, pero en el caso de los hijos de las Kardashian-Jenner hacerlo supone exponerse ante millones y millones de personas. Las malas experiencias ya llegaron con Mason Disick, hijo de Kourtney y Scott, que a través de varias cuentas de Instagram sin estar bajo la supervisión de su madre o alguien de la familia fueron una puerta abierta a algunos de los secretos de sus tías generando así un gran revuelo.
Con este precedente, la incursión de North West, primogénita de Kim Kardashian y Kanye West, tampoco fue precisamente buena. Su cuenta de TikTok no solo fue motivo de disputa entre los padres recién separados -el ahora llamado Ye estalló contra su esposa por permitir a su hija exponerse en internet-, sino que en varios momentos la nieta de Kris Jenner emitió imágenes de la intimidad de su hogar en los que se veía, por ejemplo, a su madre en la cama.
"No tengo permiso para comentar ningún tipo de información personal de mi familia"
¿Y cuáles son esas normas? Pues a pesar de que no se puede leer en su totalidad, hay algunas que velan por la intimidad del resto de su familia: "No tengo permiso para comentar ningún tipo de información personal de mi familia. No tengo permito para grabar ningunha información familiar No tengo permitido grabar mientras North está grabando su música (...) Debo enseñar a mi madre o a un tutor todos mis vídeos antes de publicarlos. Doy permiso a cualquier adulto si mamá dice que se borre cualquier vídeo por cualquier razón. Si no cumplo con alguna de estas normas, mi madre tendrá derecho a hacer privada mi página o borrar mi cuenta". Y sí, Saint ha firmado el acuerdo.