Kim Kardashian ha viajado hasta Armenia, país de origen de su familia paterna, por motivos profesionales -aprovechando también para realizar algunos personales-. Concretamente para ser ponente en el Congreso Mundial de Tecnologías de la Información (WCIT son las siglas oficiales en inglés) que se celebra en la capital de país. La razón de la presencia de la empresaria está bastante clara: más de 140 millones de seguidores en Instagram; más de 60 millones en Twitter; y la capacidad de hacer que todos estos agoten cualquiera de los productos que pone a la venta en cuestión de minutos.
Pero pese a que internet y, posteriormente la redes sociales, le dieron la fama, su sobreexposición a lo largo de los años ha sido tanta que ha hecho que la empresaria haya decidido tomar un nuevo rumbo en su vida. Eso sí, sin dejar de lado las que también son sus herramientas de trabajo ni el reality familiar 'Keeping Up With The Kardashians'. " Al principio no sabía lo que era la privacidad, me parecía bien que todo el mundo supiese cada detalle de mi vida. Pero a medida que me he ido haciendo mayor empecé a darle importancia y ahora solo comparto lo que quiero compartir, sobre todo porque sé que si lo hago, estará ahí para siempre", reconoce: "Con tantos ojos mirándote, la seguridad puede ser un problema. Soy muy cauta, especialmente ahora que tengo hijos ".
"Al principio no sabía lo que era la privacidad"
Capítulos como el secuestro y robo que sufrió en la habitación de su hotel durante la Semana de la Moda de París en septiembre de 2016; y los repetidos allanamientos de morada que han sufrido tanto ella como sus hermanas en sus mansiones han hecho que, no solo ella, todo el clan Kardashian empezase a replantearse ciertos aspectos de su vida cara al público. La primera de ellas, todo el equipo de seguridad que las acompaña siempre que cruzan el límite de sus propiedades privadas e incluso resguardan sus casas.
A pesar de esta parte negativa, la propia Kim Kardashian es consciente de la importancia que estas juegan en todos y cada uno de sus negocios: " Mi marca [KKWB de belleza y Skims de fajas moldeadoras] es parte de mi vida. Mis fans no quieren ver solo mis productos, quieren ver cómo los uso. Todo eso va junto y creo que puedo encontrar la manera de equilibrarlo ", explica: " No me preocupan demasiado los números de seguidores y likes, intento centrarme en no pensar demasiado en ello, porque creo que no es muy saludable". En un momento en el que esta idea se expande a más velocidad entre los propios usuarios de las mismas: "Controlo mucho lo que digo para evitar negatividad, lo que más me preocupa en el mundo es ser amable".
Su nuevo objetivo tras conquistar la Casa Blanca: cenar con Greta Thunberg
Durante una entrevista para Reuters, Kim Kardashian no tuvo que pensárselo dos veces para responder a la pregunta sobre con quién le gustaría tener una cena ahora mismo : " Greta Thunberg ", la joven activista sueca que se ha convertido en el azote de Donald Trump tras su discurso en la ONU ante los líderes políticos de diferentes países pidiéndoles que empezasen a tomarse en serio la lucha contra el cambio climático. " Es una joven increíble y muy valiente. Alguien que no ha tenido miedo de ponerse frente a todos esos adultos que asustarían a cualquiera y decirles toda la verdad sobre lo que realmente necesitamos preocuparnos en este momento".
Además también quiso reconocer durante la entrevista que su charla con la adolescente no sería una banalidad ni consistiría en un sesión de fotos para compartir en las redes. La hija de Kris Jenner reconoce que le encantaría aconsejarla a ella y sobre todo a sus padres sobre cómo utilizar las plataformas digitales o incluso crearle una propia para que su mensaje llegue al mayor número de personas posibles. Un objetivo que demuestran, una vez más, porque Kim Kardashian se merecía ser uno de los rostros de este Congreso mundial.