Kim Kardashian y Kanye West compraron una mansión en Hidden Hills, California, a principios del 2014 mientras seguían viviendo en su mansión en el barrio de Beverly Hills de Bel-Air. Sin embargo, la pareja ha seguido viviendo en esta casa hasta hace pocos días, que se han mudado por fin a esta nueva mansión en una de las partes más ricas de la ciudad de Los Angeles.
Desde que la compraran, por la increíble cantidad de 20 millones de dólares, esta segunda vivienda había estado en constante renovación, pasando casi tres años en obras para que todo estuviera perfecto para cuando la familia se mudara allí. Tanto Kim Kardashian como Kanye West tenían claro que no se mudarían hasta que no hubiera ningún rastro de obras, algo que han conseguido por fin y solo quedan algunos pequeños detalles para que la casa esté más que perfecta.
Un estilo único
Otro de los motivos por los que esta mudanza ha sido noticia ha sido la venta de su anterior mansión de Bel-Air, la cual se convertía en una de las casas vendidas más caras de este mundialmente conocido barrio. "No creo que el que fueran famosos influyera en el precio, era más cosa de Kim y Kanye como personas, unos visionarios del estilo, lo que hizo que aumentará mucho el precio", declaraba el agente inmobiliario encargado de vender la casa.
"Estamos hablando de dos personas que son muy 'fashion forward', muy a la moda. Crean tendencia, su música crea tendencia. Todo lo que hacen lo hace, así que por eso pudimos aumentar el precio de tal manera. El estilo de la casa es súper moderno, minimalista y creo que refleja a la perfección cómo son Kim y Kanye ", terminaba añadiendo el agente.