Pero lo bueno se acaba y, antes de irse, la mujer de Kanye West y el cantante, no podían dejar pasar la oportunidad de hacer algo conmemorativo dentro de su familia. Por ello, fueron a Israel y bautizaron a la pequeña North West.
El acto tuvo lugar en la catedral de San James, en el viejo barrio de Jerusalén. Kim Kardashian llevaba un vestido color champagne mientras que West lucía con un traje blanco. Khloe Kardashian fue testigo del bautizo y, probablemente, la madrina, ya que fue la única de la familia que asistió.
El intenso viaje de los Kardashian-West
Así concluye un viaje de aproximadamente una semana a lo largo de la que los Kardashian West no han dejado de hacer actividades culturales. En estos cinco días han visitado al Primer Ministro armenio, el monumento al genocidio de Armenia, la estatua de la madre de Armenia... Y como despedida Kanye West ha dado un concierto para todos los fans de la tierra de su mujer.