Kim Kardashian y su novio Kanye West han decidido dar el paso de su vida y afianzar su relación comprometiéndose. Y es que la pareja quieren que su hijo nazca y crezca en el seno de una familia perfecta, por lo que por el momento se comprometerán y celebrarán una cereminia.
Aunque no todo es perfecto, pues la boda no podrá celebrarse hasta que la estrella de los realitys consiga el divorcio definitivo de su expareja Kris Humphries. La pareja está cansada de esperar la resolución del divorcio entre el jugador de baloncesto y Kim, por lo que han decidido seguir adelante con su propia ceremonia de compromiso, donde intercambiarán sus votos y sus anillos delante de su familia y amigos.
Kim solicitó el divorcio tras pasar 72 días siendo la mujer del jugador de baloncesto. Anteriormente había estado casada con el productor Damon Thomas con quien terminó en el 2004 tras cuatro años de relación. Así ella espera que con su tercer matrimonio encuentre al hombre de su vida.
Kanye West, un hombre tradicional
La ceremonia de compromiso tendrá lugar en una mansión de Malibú dnde no se escatimarán en gastos y ofrecerán a los invitados una fiesta espectacular. Una fuente cercana a la pareja ha afirmado que Kanye es una persona muy tradicional y que le gustaría casarse con Kim antes de que nazca su primer hijo, pero al estar Kim casada con otra persona West no puede hacer mucho más.
Kim está muy enamorada de Kanye y estaría pensando en cambiarse el apellido por Kardashian-West. El acontecimiento no será oficialmente una boda porque Kanye quiere que sea muy especial cuando llegue el momento.
Asimismo aseguran que West ha reservado un largo fin de semana para realizar una pequeña ' Luna de Miel ' en Italia, donde se cree que concebieron a su primer hijo, que nacerá el próximo mes de julio.