"Finalmente, puedo compartir con ustedes este proyecto que he estado desarrollando durante el último año", escribía Kim Kardashian en su cuenta de Instagram presentando la nueva línea de ropa interior que va a comercializar. Hasta ahí todo bien, el problema viene con el nombre de esa marca, llamada 'Kimono', aspecto que no le ha gustado a los japoneses al verlo como una apropiación de su cultura.
Esta nueva idea que ha creado la mujer de Kanye West es una colección de braguitas de bikini, tangas, sujetadores, zapatillas de deporte, trajes de cuerpo, leggins térmicos, entre otros. Aunque la palabra de la marca es 'Kimono', la ropa no tiene nada que ver con ese tipo de prenda, ya que el kimono es una túnica larga que se ata a la cintura con una cinta.A pesar de esto, los japoneses están descontentos porque se considera apropiación cultural debido a que es una traje nacional que se usa en ocasiones especiales.
Pero los japoneses no han sido los únicos que se han indignado con la empresaria, las redes sociales han comenzado a llenarse de hashtags como #KimOhNo y de comentarios negativos como: "Gracias por asesinar la cultura japonesa. Mi cultura no es tu juguete. No sientes ningún respeto por nadie que no sea de tu familia. En los 15 años que dices que has estado desarrollando este proyecto, ¿No has podido encontrar a ningún asesor cultural?", o "Tantas palabras que existen y que tenían que recoger kimono".
Ella se defiende
"Entiendo y tengo un profundo respeto por el significado del kimono en la cultura japonesa", declaraba en el New York Times. La empresaria asegura que lanzó la marca baja ese nombre para hacer de alguna manera homenaje a la prenda que celebra y estimula las curvas de la mujer. También, Kardashian dice que nunca diseñará algo que deshonre una prenda tradicional, y confiesa que: "Mi marca de ropa de soluciones está construida con inclusión y diversidad en su núcleo y estoy increíblemente orgullosa de lo que está por venir".