"Los datos que pagas se pueden usar para mi maquillaje, mi trasero, mis outfits, mis vacaciones y mis modelitos", así presenta la tarifa de datos de T-Mobile Kim Kardashian, el personaje elegido por una de las telefónicas más importantes en Estados Unidos para despertar la risa en los más de 115 millones de telespectadores estimados que estarán viendo en ese momento el partido definitivo de la Super Bowl 2015.
En una entrevista a la Revista People, la modelo dice estar satisfecha con el trabajo e ilusionada con la emisión pues entiende que la campaña de T-Mobile "ha incorporado mucho de mi personalidad", un logro en su carrera ya que entiende esta colaboración como una forma de demostrar que es "Kim Kardashian West, una persona famosa".
Una imitación desafortunada
Kim Kardashian juega en el anuncio con su típica seriedad, posando haciéndose 'selfies' mientras se maquilla, juega al tenis o esquía; un tono sobrio que busca un paralelismo con las anuncios de ONG's, un parecido que despierta la risa por el ridículo pero que no ha gustado a todos.
Por su parte Kim Kardashian explicó que T-Mobile y su colaboración busca hacer de esta campaña un éxito con un mensaje divertido: "Queríamos conseguir algo muy divertido, ingenioso y sexy. Creo que este tipo de anuncio realmente lo tiene todo".