Aunque Kim Kardashian ya fue madre de una niña hace dos años y a pesar de lo mal que lo pasó cuando no lograba quedarse embaraza de nuevo, ahora que por fin está a punto de tener a su segundo hijo, parece que ahora la celebrity no está disfrutando mucho de esta etapa tan bonita para otras mujeres en su estado.
Hace unas semanas, Kardashian ya realizó unas sorprendentes y controvertidas declaraciones al afirmar que "el embarazo es la peor experiencia de mi vida". A diferencia de lo que suelen comentar casi todas las futuras mamás, la hija de Kris Jenner no dudó en ser sincera consigo misma y sus seguidores confesando que "no disfruto ni un sólo momento de estar embarazada y no entiendo cómo hay gente lo hace"
Pero eso no es todo, ahora Kim Kardashian ha cumplido su séptimo mes de gestación y, con él, llega una nueva página del diario de embarazo que la socialité estadounidense escribe en su website de pago, donde cuenta, sin pelos en la lengua, lo mal que lo se lo está haciendo pasar su estado en todos los sentidos.
En esta ocasión, el protagonista de sus quejas ha sido su físico, ya que al igual que le ocurriera durante su primer embarazo de North West en el año 2013, Kim Kardashian, de 35 años, no se siente cómoda con los kilos que está cogiendo su ya de por sí curvilínea figura.
No sale del baño y dice adiós a los dulces y a su cama
En este diario, completamente honesto, la mujer de Kanye West ha vuelto a reafirmarse en el hecho de no estar disfrutando esta experiencia y, describiéndose a sí misma, incluso ha llegado a decir que se siente "como una puta ballena". Además, la estrella televisiva quiso compartir con sus fans otro de sus problemas del embarazo : lo mucho que necesita ir al cuarto de baño. "¡El bebé está sentado en mi vejiga y tengo que hacer pis cada cinco minutos!", bromeó la modelo.
Otra de las cosas que la reina de los realities ha dicho es que a estas alturas del embarazo, su hijo tiene el tamaño de un 'coco', para después explicar otra de las razones por las que está tan disgustada: ya no puede soportar los dulces mexicanos, que antes eran sus favoritos. "Me dan mucha acidez", dijo Kim Kardashian al respecto de estos dulces que tanto le gustaban y que de repente ha tenido que dejar de tomar.
Por otra parte, la protagonista de 'Keeping up with the Kardashians' ha seguido el ejemplo de muchas otras mujeres embarazadas antes que ella y ha cambiado su dormitorio conyugal por la habitación de invitados. Y es que Kardashian ha admitido que por la noche, en lugar de abrazarse a West, está obsesionada con " rodearme de almohadas cuando duermo ".
Sin embargo, no todo iba a ser malo, y la socialité también contó que está recibiendo un montón de apoyo en estos duros momentos. De hecho, Kardashian escribió que su familia está siendo "super comprensiva". Además, su embarazo no durará para siempre. El nacimiento de su segundo hijo está previsto para diciembre, así que en tan solo dos meses, la celebrity tendrá entre sus brazos la recompensa tras estos meses: su bebé.