Han pasado 15 años desde que Kim Kardashian y por rebote el resto de su familia al completo se convirtiesen en personajes de la pequeña pantalla y acto seguido de la prensa rosa. Desde entonces no solo han sido protagonista de su propio reality show -primer 'Keeping Up With The Kardashians' y ahora 'The Kardashians'-, sino que además han sabido aprovechar su fama cada vez mayor para convertirse en empresarias y también millonarias, multimillonarias en el mejor de los casos para Kim y Kylie. Pero si algo les han dado estas casi dos décadas de foco mediático es saber aprovechar cualquier escándalo mediático para monetizar y sacar rédito. Basta recordar que firmaron el contrato para su primer reality con E! a raíz del 'sex tape' de Kim.
Así que no es casualidad ni mucho menos que no fuera hasta ahora, casi un mes después, que la exmujer de Kanye West se pronunciase sobre una de sus últimas polémicas: la MET Gala, el vestido de Marilyn Monroe y el hecho de haber adelgazado 7 kilos en tres semanas para entrar -a duras penas- en él. A Kim le llovieron críticas por infinidad de cosas esa noche, pero muchas se ellas se centraron precisamente en el hecho de que estuviera durante casi un mes con una dieta estricta -erróneamente dijo "comiendo tomates"-, corriendo en la cinta dos veces al día y pasando horas en un traje sauna.
A Kim la acusaron de promover dietas peligrosas para peder peso a sus más de 300 millones de seguidores en las redes sociales; también de basar todo en un físico, especialmente para las mujeres; y muchas cosas más. Mientras, ella, guardaba silencio. Hasta ahora. Kim acaba de conceder una entrevista para el New York Times con motivo del lanzamiento de su nueva marca de belleza, SKKN by Kim, que llega al mercado con una rutina de cuidado facial en 9 pasos, ninguno de ellos que se pueda excluir, y con un precio que ronda los 600 euros. Y ha sido justamente ahí cuando ha decidido responder y defenderse de esa última polémica. ¿Casualidad? Pues no, pero no hay mejor forma de pasar una polémica que sacando rédito de ellas.
Si tú me dices que literalmente tengo que comer mierda todos los días porque pareceré más joven, lo haré
Rachel Strugatz, periodista de NYT encargada de la entrevista, no quiso desaprovechar la entrevista para preguntarle sobre ello. En el escrito, apenas ocupa los dos últimos párrafos, más que suficiente para volver a remover el polvo. Kim lo sabe, por eso tampoco parece gastar mucha saliva en sentenciar la polémica: " Para mí [adelgazar en tan poco tiempo] fue como: Vale, si Christian Bale puede hacerlo para un papel en una película y eso es aceptable... Incluso Renée Zellweger ganó peso para un personaje. Pues es lo mismo para mí. Yo en ningún momento estaba diciendo: 'Hola a todos, ¿por qué no vais a perder peso en un corto período de tiempo? ", se justifica, y añade: " No hice nada poco saludable ".
Y es que Kim sabe, que haga lo que haga, va a ser criticado, por ello tampoco deja de hacer las cosas con el mismo compromiso, independientemente de lo que sea. Tiene un firme compromiso con el mundo de la moda y es capaz de hacer cualquier cosa -que no sea perjudicial- para entrar en un look; o hasta es capaz de ponerse cualquier look importe lo que importe. De hecho, le confesaba a Elle DeGeneres en una de sus últimas entrevistas: " No me importa cuán incómodo sea, no me importa por cuánto tiempo lo tenga que llevar, incluso si tengo que usar un pañal y no ir al baño, no me importa ". Ahora que toda su atención está centrada en el mundo de la belleza con el lanzamiento de su marca, el compromiso es el mismo. " Si tú me dices que literalmente tengo que comer mierda todos los días porque pareceré más joven, lo haré ".