Kim Kardashian, la estrella televisiva americana por antonomasia, está de celebración, y no es para menos todos los días no se cumplen 35 años. Después de una ajetreada semana en la que ha estado viajando de Los Angeles a Las Vegas debido al grave incidente que sufrió su excuñado Lamar Odom, ahora que aparentemente está mejor, se ha tomado un respiro. Por ello, ha querido adelantar su fiesta de aniversario yéndose de cena romántica con su pareja sentimental Kanye West.
Para desconectar de esta dura semana, Kardashian ha decidido asistir a la última fiesta que ha organizado Vogue y que ha reunido a una infinidad de rostros conocidos. Ataviada con una de sus mejores galas, por sorprendente que parezca, llegó de la mano del rapero.
Durante todo el acto se mostraron muy cariños, reflejando el gran momento personal que están atravesando a dos meses de la llegada de su segundo hijo.Tras acabar la apasionada tarde de moda, el matrimonio se cambió de atuendos, dejaron a su primogénita North West en las mejores manos, y pusieron rumbo a uno de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad.
Allí disfrutaron de una apasionada cena con motivo de celebración de los 35 años de la televisiva. Además, ella lució una impresionante gargantilla de diamantes con una cruz de semejante riqueza incrustada, seguramente el regalo sorpresa de West.
Su cumpleaños más especial
El número 35 se convertirá en una edad muy especial para la hija de Kris Jenner, ya que está a punto de volver a estrenar maternidad, una etapa que no le gusta tanto como cabría de esperar, según ella misma ha confesado. Además, a este hecho tan relevante hay que sumarle la favorable recuperación que está experimentando su querido Lamar Odom, al que tiene un gran cariño y por el que tanto se ha preocupado.