Tercer capítulo de las memorias de Kiko Rivera. Una semana más el Dj ha seguido abriendo su corazón para hablar de los momentos más complicados que ha pasado en sus 35 años de vida. Después de hablar de su adicción a las drogas que podría haber llegado a acabar con su vida, ahora ha llegado el momento de tratar el tema de la cárcel: " Ver a mi madre a través de una reja me destrozó ", confiesa.
" Con el tiempo entendí que no quiso que su último día en libertad fuera triste. Se despidió con una sonrisa de su gente, sin una lágrima. Con el tiempo la entendí", relata Kiko Rivera, recordando que su madre no le dijo que iba a ingresar en la cárcel de Alcalá de Guadaira porque no quería despedidas lacrimógenas. El 21 de noviembre de 2014 abandonó Cantora pasadas las seis de la mañana y cuando el Dj se levantó a desayunar estaba ya tras los muros de la prisión sevillana.
Kiko Rivera pasaba varios días en la cama tras las visitas a la cárcel
Un día para el olvido que fue el comienzo de dos años de mucho dolor para Kiko Rivera, que dije que pasó los meses más tristes de su vida, y toda su familia. El Dj ha explicado que optaron por verse menos veces para poder tener contacto en encuentros físicos. Unos días de visita tras los que el hijo de Isabel Pantoja salía completamente derrumbado y solo con ganas de meterse en la cama y no salir.
"Salía completamente destrozado por dentro y al llegar a casa me metía en la cama y allí permanecía varios días. Prácticamente sin salir de la habitación, sin comer, sin querer hablar... Mi cabeza era un tormento ", explica el Dj, que en rara ocasión ha querido hablar abiertamente de cómo vivió la familia esos casi dos años en los que Isabel Pantoja cumplió condeda por blanqueo de capitales.