Gafas de sol, deportivas a la moda y cara de pocos amigos. Así ha acudido Kiko Rivera este domingo a su nuevo trabajo en la discoteca sevillana 'Hoyo 19', donde de la mano de su gran amigo Borja Aspe y desde hace dos domingos, el dj toma los mandos de la mesa de mezclas y hace bailar a toda Sevilla.
Lo noticiable resulta ser que el reciente ingreso de su madre, Isabel Pantoja, en la prisión sevillana de Alcalá de Guadaíra no ha frenado las ganas de Kiko de pinchar discos y de continuar con su bolo en lo que él ha denominado como fiestas 'golfas' y que se han convertido en toda una cita obligatoria en la agenda de los fines de semana.
Sevilla quiere mucho a Kiko Rivera y viceversa. En la ciudad de la Torre del Oro encuentra refugio y es por eso que con la celebración de la fiesta de este domingo, el hijo de la tonadillera buscó despejar su mente de lo traumático que es ver a su madre entre rejas. La música le ayuda a no pensar más de la cuenta.
Los momentos más duros de Kiko Rivera
Su novia, Irene Rosales, también acudió al show dominical para arropar a su chico en estos momentos tan difíciles para la familia Pantoja. Kiko Rivera está bastante afectado por la entrada en prisión de su madre, a la que le une un gran apego y así lo ha demostrado siempre en las redes sociales, donde no ha dudado en pedir apoyo, e incluso pidió firmas para evitar su ingreso en el centro penitenciario.
Uno de sus tuits nada más producirse el encarcelamiento de Isabel Pantoja fue: "Un día menos". Así de esperanzador se muestra el dj, que busca consuelo en su novia, Irene Rosales, en su familia, en sus amigos y en su trabajo.