Falta algo más de un mes para la celebración de la Semana Santa, pero los devotos sevillanos ya viven con fervor los preparativos de sus procesiones, ensayando los pasos como costaleros o visitando los pasos en sus respectivas iglesias.
Una pareja feliz y enamorada
La pareja estuvo visitando la capilla durante un rato largo tras haber dejado a su hijo Francisco en buena compañía como suelen hacer cuando sus respectivas agendas hacen que tengan que viajar fuera de Sevilla.
A pesar del momento de tranquilidad que viven, a la salida de la capilla Kiko y Jessica se mostraron serios y nada habladores, aunque tampoco antipáticos. La pareja se fue dando un paseo y demostró lo enamorada que está caminando cogida de la mano por las calles de la capital hispalense.