La pareja ha sido vista tras su fastuosa boda. Ambos han lucido las alianzas que se colocaron el 7 de octubre de 2016 y que no se quitarán jamás.
Tras la boda celebrada el 7 de octubre, Kiko Rivera e Irene Rosales han continuado con su vida habitual y es que, de momento, no se marcharán de luna de miel, pues según comentó la ya nuera de Isabel Pantoja, quieren disfrutar de su pequeña Ana. La sevillana salía a primera hora del lunes de su casa empujando el cochecito de su hija, y se dirigió hasta un kiosco de prensa para comprar la revista en la que se publicó la exclusiva de la boda y así ver cómo había quedado todo el reportaje.
Muy amable con la prensa, la joven dijo que la boda había sido muy emotiva y que Isabel Pantoja disfrutó como cualquier madrina en la boda de su hijo. Tan discreta como siempre, fue muy escueta en sus palabras, al igual que amable.
Luna de miel a la espera
Por su parte, Kiko Rivera también mostraba su felicidad por la boda, así como su alianza, que demuestra que ya es un hombre felizmente casado. A partir de ahora, el 7 de octubre será un día festivo en el calendario para el DJ y su mujer, a la que conoció en la fiesta de fin de año de 2013. No fue hasta el 24 de mayo cuando comenzaron a salir y ella ha conseguido lo que no han podido otras mujeres y es hacer que Rivera pierda su soltería y empiece a disfrutar de su vida como un hombre casado.
Se rumorea que su luna de miel será en África, posiblemente un safari, aunque todavía habrá que esperar para que llegue ese día, pues la pareja sigue en Sevilla a la espera de poder irse de luna de miel.