Estaba claro que iba a tener lugar, y así fue. El pasado 15 de diciembre, Kiko Rivera e Irene Rosales se conviertieron en padres de una niña llamada Ana. Tres días más tarde, la sevillana salió del hospital de Sevilla en el que había dado a luz, aunque en la presentación solo apareció el dj, lo que extrañó y dejó como conclusión que habría exclusiva.
Dicho y hecho. Dos semanas después de venir al mundo, Ana Rivera Rosales ha protagonizado la primera exclusiva de su vida gracias a la revista ¡Hola!, que a buen seguro ha pagado una buena suma de dinero que ayudará a Kiko Rivera a solucionar sus problemas financieros, que le están dando grandes quebraderos de cabeza.
Ana Rivera, una niña muy buena
El sevillano recuerda que el parto no fue bueno, se complicó y Ana tuvo que venir por cesárea. Además, a Irene Rosales le sentó mal un medicamento y tuvo que guardar reposo, pero afortunadamente ya se encuentra bien, y la niña también.
Ana Rivera parece ser una pequeña muy buena, como señala su padre, que asegura que les deja dormir por las noches, no del tirón, pero sí les deja descansar. Además, señala que se está volcando mucho más con su segunda hija que con el primero: " Todo lo que no hice con mi primer hijo lo estoy probando con mi niña... aunque la madre hace más que yo".
Después de pasar la Nochebuena con sus hermanos y lejos de su madre, llega Nochevieja, que celebrará en Cantora con sus dos hijos, su pareja, su madre, su abuela, su tío Agustín y seguramente con otros familiares con los que despedirán un 2015 agridulce con la esperanza de que 2016 sea perfecto.