El hijo de Isabel Pantoja ha relatado con detalles el duro episodio al que ya hizo mención en 'GH DÚO'.
La semana pasada, Kiko Rivera comenzó a escribir sus memorias en la revista Semana, donde en cada episodio relataría toda la verdad acerca de su vida, y comenzó hablando sobre el bache por el que pasa la relación con su hermana Chabelita Pantoja. Ahora, el DJ se ha adentrado en uno de los episodios más duros de su vida: su adicción a las drogas, un tema del que ya habla abiertamente desde que lo hiciera en su paso por 'GH DÚO'. El hijo de Isabel Pantoja revela que sucumbió a las adicciones con apenas 18 años, tras probar la cocaína por primera vez en un bolo en una discoteca de Castellón donde ganó 25.000 euros en una noche. El dinero fácil pronto se multiplicó y al DJ le llovían las ofertas de trabajo en el mundo de la noche: "A lo largo de unos años estuve haciendo cuatro o cinco bolos semanales que me pagaban por esa cantidad", explica.
"Llegué a tener nueve coches de lujo aparcados en la puerta del garaje", cuenta Kiko, que reconoce que "No se puede tener tanto dinero siendo tan joven", y que lo que empezó como un coqueteo con las drogas para aguantar el ritmo nocturno terminó en una profunda adicción. "Estoy vivo de milagro", llega a escribir durante su testimonio.
Su familia, lo que más le duele
El segundo finalista de 'GH DÚO' ha contado que dejó a su familia de lado y lejos de ahorrar dinero, se dedicó a despilfarrarlo en gigantescas fiestas. "Mis hijos podrían tener el futuro resuelto", lamenta Kiko de que cuando realmente le hizo falta el dinero no pudo tenerlo para ayudar a los suyos. Además, cree que si no se hubiera dedicado a gastarlo de forma tan descuidadamente, la situación de su madre a su entrada en la cárcel hubiera sido muy diferente. "Siempre viviré con la culpa", afirma.
Concluye mostrándose orgulloso de haber podido superar aquella etapa y contar ahora con el apoyo de su familia y sobre todo su pareja, Irene Rosales, con la que ha creado una bonita familia junto a las pequeñas Ana y Carlota.