Kiko Rivera ha dejado claro en más de una ocasión que es un hombre muy visceral, para lo bueno y para lo malo. El dj es campechano y simpático, y no tiene problemas en bromear sobre temas espinosos si con ello hace reír a los demás y rebaja tensiones.
Risas de camino a la boda
El caso es que no fue lo único que le convirtió en protagonista, ya que cuando en el bus con el resto de invitados camino a la boda de su hermano y su cuñada, el vehículo pasó cerca de Alcalá de Guadaíra, prisión en la que su madre está cumpliendo condena desde el 21 de noviembre de 2014.
Todo el mundo se percató, y como viajaba con ellos Kiko Rivera, se produjo un silencio incómodo. Sin embargo, Pilar Eyre cuenta en LOC que el dj salió del paso con elegancia y bromeó diciendo: "Estoy por bajar e ir a ver a mi madre, pero mejor no, porque si me ve con el chaqué le da un soponcio". Todo el mundo se rió, y la comitiva siguió su camino como si tal cosa. Olé ese Kiko Rivera.