Kiko Hernández se ha convertido en todo un padrazo y como tal, solo quiere lo mejor para sus hijas. Para ello, el colaborador necesita invertir mucho tiempo lo que tras la llegada de Abril y Jimena supuso una sucesión de cambios en su vida.
Sacrificios como padre
Uno de los primeros cambios que Kiko Hernández tuvo que hacer para adaptar su vida diaria a sus hijas fue la de reducir su jornada laboral en 'Sálvame' para poder disfrutar más tiempo de las pequeñas. Además, el colaborador decidió cambiar de vivienda para que Abril y Jimena estuvieran más cómodas y seguras. De esta forma, Kiko Hernández tuvo que dejar la casa en la que vivió durante 15 años, Villa Chatín.